Análisis por regiones

Asia insular

ACN Internacional

La región del Asia marítima está formada por la península Malaya, el archipiélago Malayo, Australia, Nueva Zelanda y las numerosas pequeñas naciones insulares de la región del Indo-Pacífico. La persecución religiosa sigue siendo el principal factor de conflicto e inestabilidad en la región, especialmente en forma de islam militante.

Los países del Asia Marítima que presentan la represión religiosa más grave siguen siendo Maldivas y Malasia, debido principalmente a la ideología islámica extremista. Aunque la Constitución de Malasia protege la libertad religiosa, los derechos de las minorías religiosas se ven limitados por los privilegios constitucionales y legales concedidos al islam suní. La población de etnia malaya, que representa casi el 70% de los ciudadanos, tiene prohibida la conversión a otra religión, mientras que los no malayos (principalmente los de origen chino e indio) siguen siendo libres de convertirse a la religión que deseen. Persiste una considerable intolerancia religiosa contra los grupos religiosos minoritarios, y los cristianos siguen sufriendo persecución, últimamente a causa de la reaparición en internet de un popular libro contra los cristianos titulado Pendedahan Agenda Kristian (Exponiendo la agenda cristiana). Se han difundido noticias de que en el estado de Sabah algunos funcionarios del Gobierno cambiaron la identidad religiosa de los cristianos al islam y en Sarawak, estado mayoritariamente cristiano, se denunciaron casos de discriminación contra pequeños grupos cristianos que encuentran dificultades para solicitar subvenciones y obtener el reconocimiento del Gobierno. Sin embargo, también se han conocido hechos positivos como que, en 2021, un tribunal superior de Malasia revocó una sentencia que prohibía el uso de la palabra «Alá» a los no musulmanes, declarándola inconstitucional. Los refugiados rohinyás también han seguido sufriendo persecución y hostilidad a causa de la xenofobia, especialmente durante la pandemia de la COVID-19, cuando se les negaron servicios sociales básicos.

La pequeña nación de las Maldivas, conocida sobre todo como destino turístico internacional, reconoce el islam suní como religión oficial. Así, la afirmación maldiva de que el 100% de la población es musulmana solo se sostiene por el hecho de que únicamente pueden ser ciudadanos quienes profesan del islam suní. El 25% de la población inmigrante no musulmana no tiene acceso a la nacionalidad. Maldivas sigue siendo un notorio campo de reclutamiento de terroristas y los actos aleatorios de odio y violencia han aumentado en los últimos años, con múltiples intentos de asesinato de líderes políticos clave e intentos de atentado contra escuelas de enseñanza primaria. En junio de 2022 se produjo un incidente que acaparó los titulares internacionales: fundamentalistas islámicos interrumpieron una celebración del Día Internacional del Yoga de la ONU entrando en el estadio con banderas y pancartas condenando la práctica del yoga y gritando en árabe «Dios es grande».

Indonesia, la nación musulmana más grande del mundo, se ha vuelto cada vez más inhóspita para las minorías religiosas. Incluida recientemente en la lista de vigilancia especial de la Comisión para la Libertad Religiosa Internacional de Estados Unidos, cada vez condena a más ciudadanos en virtud de la ley de blasfemia, y al parecer a los cristianos se les imponen condenas más duras que a los musulmanes. Como aspecto positivo, el Gobierno ha dado algunos pasos para defender los derechos de las minorías religiosas. En diciembre de 2022, el presidente Jokowi fue el primer presidente en asistir a un servicio cristiano el día de Navidad y, en enero de 2023, defendió a las minorías religiosas y declaró que tenían los mismos derechos en el ámbito de la libertad religiosa y de culto.

En Filipinas, de mayoría católica, el grupo Abu Sayyaf ha seguido cometiendo actos violentos de extremismo islámico. En 2022, fueron los autores de sendos atentados con bombas caseras en dos iglesias católicas de la ciudad de Joló.

A pesar de que desde 2019 se aplica plenamente la sharía en la pequeña nación de Brunéi, ha recibido algunos informes positivos según los cuales los imanes del país predican que los logros de las mujeres deben celebrarse y las animan a trabajar fuera de casa.

Muchas naciones de Asia marítima siguen siendo libres y pacíficas. Entre ellas se encuentran las grandes naciones insulares de Australia y Nueva Zelanda; las naciones mayoritariamente cristianas de Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental; y los microestados del Pacífico de Vanuatu, Samoa, Kiribati, Tonga, Micronesia, Islas Marshall, Palaos, Tuvalu, Nauru, Islas Fiyi e Islas Salomón. Por otro lado, estos países no han estado exentos de problemas de libertad religiosa, por ejemplo, en aquellas naciones donde persiste la discriminación contra las minorías musulmanas, especialmente cuando intentan registrar matrimonios y nacimientos. Las naciones más pequeñas del Pacífico también están cada vez más atrapadas en el tira y afloja geoestratégico entre China y Estados Unidos/Australia debido a su ubicación. Australia sigue trasladando a algunos de sus solicitantes de asilo al centro de detención de Nauru. Esta medida ha sido condenada por grupos defensores de los derechos humanos, así como por los obispos católicos de Papúa Nueva Guinea y las Islas Salomón, por considerarla una violación de los derechos humanos.

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