Este lema oficial del Jubileo 2025, elegido por el Papa Francisco, refleja el deseo de una Iglesia que camina unida, que no pierde la esperanza a pesar de las dificultades del mundo, y que lleva el Evangelio como luz allí donde hay oscuridad.

ACN acompaña esta celebración con “Tu ayuda, su esperanza”, recordando que cada gesto de solidaridad, oración o donativo puede ser respuesta concreta para quienes más sufren.

Dentro del Año Santo 2025, uno de los momentos más significativos ya celebrados ha sido el Jubileo de los enfermos y de las personas con discapacidad, que tuvo lugar en Roma los días 4 y 5 de abril de 2025.

Fue una celebración que unió a miles de fieles procedentes de todo el mundo, entre ellos personas enfermas, con discapacidades, voluntarios, capellanes, religiosas, y trabajadores sanitarios. Todos ellos acudieron como peregrinos de esperanza, respondiendo al lema del Jubileo convocado por el Papa Francisco.

“Una Iglesia que cuida, una Iglesia que espera”

El Papa Francisco ha recordado que el cuidado del que sufre es un signo visible de la misericordia de Dios. Durante este Jubileo especial, la Iglesia ha querido mostrar que la enfermedad, la fragilidad y el dolor no excluye, sino que sitúan a la persona enferma en el corazón de la comunidad cristiana.

“El enfermo no es un descartado. Es Cristo que espera nuestro consuelo.” – Papa Francisco

Este Jubileo fue también un mensaje claro al mundo: la esperanza no se apaga cuando el cuerpo se debilita, porque nace de la fe, del amor recibido y del acompañamiento compasivo.

Para Ayuda a la Iglesia Necesitada, el Jubileo de los enfermos es también un llamado urgente a recordar a quienes enfrentan el sufrimiento en contextos de guerra, persecución o pobreza extrema.

El jubileo de los presos se celebrará el 14 de diciembre. 

En la bula, Francisco expresa: “Los presos, privados de la libertad, experimentan cada día la dureza de la reclusión, el vacío afectivo, las restricciones impuestas, la falta de respeto. En el Año jubilar estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza”.

Llevar el mensaje del Evangelio a las personas que viven privadas de libertad es el objetivo de la pastoral penitenciaria. Por ejemplo, en la archidiócesis de Guayaquil, Ecuador, donde el crimen organizado y la violencia ha aumentado exponencialmente en los últimos años. 

Un grupo de laicos comprometidos quieren llevar a Dios a los 10 centros de reclusión de Guayaquil, donde viven más de 21.000 presos. 

ACN apoya proyectos como el programa «Escuela permanente de valores, principios y fe», que es una manera de llevar esperanza al hilo de este año Jubilar 2025.

Los días 4 y 5 de octubre se celebra el jubileo de los migrantes. 

El Papa Francisco siempre pendiente del gran flujo migratorios de los últimos años nos ha pedido en la bula: “Que resuene en nuestros corazones la Palabra del Señor: ‘estaba de paso, y me alojaron’, porque ‘cada vez que lo hicieron con el más pequeño de mis hermanos, lo hicieron conmigo’ (Mt 25,35.40)”. 

Son miles los cristianos que se han visto obligados a abandonar su hogar en muchas ocasiones porque no quieren renunciar a su fe. Allí donde llegan la Iglesia les acoge. 

Ayuda a la Iglesia Necesitada, como peregrina de la esperanza en este Jubileo, busca ayudar a sacerdotes a tener una vivienda modesta y una capilla que les permita continuar su labor pastoral en esa parroquia.

En el mes de mayo, Ayuda a la Iglesia Necesitada ha celebrado el Jubileo de los mártires. Son los cristianos que han muerto por su fe. Francisco, en la bula “Spes non confundit”, habla de los mártires como “testimonio más convincente de esperanza”.

Pakistán es uno de los países del mundo con mayor persecución religiosa a los cristianos. Mons. Joseph Arshad, arzobispo de Islamabad-Rawalpindi, quiere construir un lugar de peregrinación donde los cristianos perseguidos encuentren descanso, paz, oración y donde puedan entregar sus sufrimientos por el odio y la persecución, a Nuestra Señora de la Paz.

La Fundación Pontificia quiere en este año jubilar ser esperanza en este lugar. Por eso, ACN se ha comprometido a ofrecer dentro del proyecto del santuario, un museo con un recorrido espiritual por la historia del cristianismo en Pakistán, para mostrar a los cristianos de hoy que otros les precedieron en el sufrimiento y finalmente vencieron en Cristo. 

A lo largo del año jubilar, Ayuda a la Iglesia Necesitada continuará su labor de apoyo con nuevas iniciativas que pondrán el foco en otras realidades importantes para la Iglesia. 

A través de la campaña “Tu ayuda, su esperanza”, nos unimos a la celebración del jubileo de diversas circunstancias y comunidades, como el jubileo del voluntariado, el jubileo de las iglesias orientales, el jubileo de las familias, el jubileo de los seminaristas y sacerdotes, el jubileo de los jóvenes, el jubileo de los catequistas, el jubileo de la vida consagrada o el jubileo de los pobres, entre otros. 

Cada una de estas comunidades están presentes en sitios donde la Iglesia sufre. Estamos llamados a ser esperanza para ellos y con la ayuda de los benefactores.  

Unidos a toda la Iglesia, ACN apoya proyectos por medio de los cuales el mensaje del Evangelio llega a los sitios donde hay más sufrimiento y que necesitan la esperanza que viene de Dios.

Uno de los elementos centrales de cada Año Santo es la posibilidad de recibir la indulgencia plenaria. Para ello, el fiel debe:

• Realizar una peregrinación a un lugar jubilar (como una catedral, santuario u otra iglesia designada).
• Confesarse, comulgar y rezar por las intenciones del Papa.
• Realizar un acto de misericordia o una obra de caridad.

Ayuda a la Iglesia Necesitada anima a que este Jubileo sea también un camino interior de conversión, y ofrece materiales de oración y acción solidaria como medios concretos para vivir esta gracia.

Como Fundación Pontificia, ACN vive este Jubileo con el deseo de ser esperanza real para quienes más lo necesitan:

• En las cárceles de Guayaquil (Ecuador), llevando formación y acompañamiento espiritual.
• En hospitales y residencias, apoyando a religiosas mayores y enfermas.
• En Sudán del Sur, con sacerdotes refugiados que siguen sosteniendo comunidades enteras.
• En Pakistán, con el proyecto de un santuario para los cristianos perseguidos.

Tú también puedes ser parte de este camino de esperanza.