ACN.- Al menos cuatro cristianos han sido asesinados por yihadistas en el norte de Mozambique en la última oleada de ataques de una insurgencia que comenzó en 2017.

Aunque la insurgencia comenzó en la provincia de Cabo Delgado, afecta también la provincia de Nampula, que limita al sur, donde han tenido lugar los últimos actos violentos. La situación ha sido especialmente dramática en el distrito de Memba, cerca de donde la Hna. María de Coppi fue martirizada en septiembre de 2022 cuando su misión fue atacada.

Según declaraciones a ACN de Mons. Alberto Vera, obispo de la diócesis de Nacala, que incluye Nampula, desde el 10 de noviembre han sido atacados varios asentamientos y se han incendiado cientos de casas. Además, hay noticias de personas secuestradas, entre ellas mujeres y niños, por los terroristas, que se declaran leales al Estado Islámico.

“Ha sido una semana de terror y mucho sufrimiento. Padres e hijos han tenido que huir a lugares más seguros. Miles de familias están sufriendo y tratando de escapar de los terroristas. La situación es muy confusa y en algunos lugares la mayoría de las casas han sido incendiadas y se han producido asesinatos”, ha declarado el obispo en un mensaje enviado a la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). 

“El terror está en todo el distrito de Memba y también en el norte y este del distrito de Eráti. Memba es una ciudad desierta”, dice Mons. Vera. En al menos una de las aldeas, añade el obispo, “cuatro cristianos han sido asesinados y uno de ellos habría sido decapitado”. También fue informado que al menos dos capillas han sido destruidas por los insurgentes.

Según estimaciones de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (OCHA, por sus siglas en inglés), alrededor de 128.000 personas han huido de las regiones afectadas. El temor a nuevos ataques y la persistente inseguridad siguen provocando nuevos desplazamientos, según la OCHA, que además destaca un brote de cólera que también está afectando a Memba.

Mons. Vera afirma que “la Iglesia está ayudando como puede. Necesitamos sobre todo alimentos y suministros básicos para los más necesitados, especialmente mujeres y niños, y también para nuestros sacerdotes. Por favor, rezad por nosotros en esa situación incomprensible e intolerable. Rogamos a Dios que nos ayude y nos conceda paz y pedimos al Gobierno mozambiqueño que combata a estos terroristas, pero no solo con medios militares, sino también a través del diálogo y la mediación internacional”.

“Os damos las gracias y que el Señor os bendiga. Por favor, rezad mucho por nosotros porque lo necesitamos desesperadamente”, ruega Mons. Alberto Vera en su mensaje a ACN.

Mozambique ha sido clasificado como país de persecución en el Informe sobre la Libertad Religiosa en el Mundo 2025, publicado en octubre. La situación en Cabo Delgado es el principal factor de preocupación en el país de poco más de 32 millones de habitantes.

ACN apoya a la diócesis de Nampula a través de diversos proyectos: asistencia a personas desplazadas, apoyo psicosocial a comunidades traumatizadas, así como la denuncia de ocupaciones ilegales de tierras que afectan a propiedades eclesiásticas. La fundación colabora con la Iglesia católica para proporcionar apoyo tanto espiritual como de emergencia a las comunidades necesitadas.