Historia

La historia de una “escuela de Amor”

Desde sus inicios, Ayuda a la Iglesia Necesitada es una obra de caridad y reconciliación al servicio de los cristianos que sufren.

Hoy, de la mano de nuestros benefactores, ayudamos a la Iglesia católica a mantener viva la fe, allí donde se encuentra amenazada por la persecución, la discriminación o la pobreza.

Historia

1947

Nace Ayuda a la Iglesia Necesitada para socorrer a los alemanes expulsados de su país, entre ellos 3.000 sacerdotes.

1952

Comienza la ayuda a la Iglesia perseguida tras el “Telón de Acero”.

1959

Comienza la ayuda a Asia.

1962

Inicio de la ayuda a Latinoamérica.

1965

Comienzo de la ayuda a África.

1967

14 septiembre: consagración de ACN a la Virgen de Fátima, en Portugal.

1989

Ayuda a la reconstrucción y nueva evangelización de Europa del Este.

2007

Benedicto XVI pide a ACN reforzar su compromiso en Oriente Próximo.

2011

Benedicto XVI eleva ACN a Fundación de Derecho Pontificio.

2020
2021

Apoyo mundial a los cristianos ante el COVID-19.

No hay sitio en la posada

En la Navidad de 1947, en la Abadía de Tongerlo (Bélgica), un monje premonastratense holandés, el P. Werenfried van Straaten denunció a través del artículo «No hay sitio en la posada» la miseria en la que vivían millones de refugiados alemanes tras la II Guerra Mundial. Concluía su escrito invitando a la reconciliación de los pueblos enfrentados durante el conflicto bélico.

A petición expresa del Papa Pío XII y convencido de que “el hombre es mucho mejor de lo que pensamos”, el P. Werenfried se lanzó a pedir a los vencedores belgas una loncha de tocino de su cartilla de racionamiento para dársela a los vencidos refugiados alemanes, entre ellos 3.000 sacerdotes. A través de sus predicaciones, consiguió que las personas se reconciliaran, que “perdieran la cabeza por Amor”.

El P. Werenfried repartiendo comida a los refugiados alemanes

Logró llenar varios camiones de toneladas de tocino para los 14 millones de personas que tuvieron que huir de la Alemania del Este. Esta acción le valió el cariñoso sobrenombre de “Padre Tocino”. Comenzaba así, sin saberlo, Ayuda a la Iglesia Necesitada.

En 1948 inició la campaña para ayudar a los 3.000 “Sacerdotes de la mochila” que recorrían los pueblos atendiendo material y espiritualmente a miles de feligreses.
En 1950 comenzó la campaña “Camiones capilla”, 35 camiones convertidos en capillas rodantes para que las personas desplazadas pudieran participar de la Eucaristía.
Desde Bélgica se lanza la campaña “Vehículos para Dios”, para facilitar motos y automóviles (concretamente, una flota de escarabajos cedidos por Volkswagen) a aquellos “sacerdotes de la mochila”

Consagración de ACN a la Virgen de Fátima

En 1954 amplía sus campañas en favor de la Iglesia perseguida del Este de Europa y a principios de la década de los 60, a petición del Papa Juan XXIII, la obra se extendió sucesivamente por Iberoamérica, África y Asia. En 1959 tiene lugar el primer encuentro del P. Werenfried con la Madre Teresa en la “casa de los moribundos” de Calcuta.

En 1965 la asociación llega a España, y cinco años después, el por entonces Arzobispo de Madrid-Alcalá, Monseñor Casimiro Morcillo, la erigió canónicamente en su archidiócesis.

El P. Werenfried tuvo una gran devoción a la Madre de Dios durante toda su vida y consagró a Ayuda a la Iglesia Necesitada a la Virgen de Fátima por primera vez el 14 de septiembre de 1967.

Biblia del Niño

En los 70, ACN comenzó a apoyar a países de Extremo Oriente, como Vietnam, y a refugiados de Tailandia, Filipinas y Malasia que huían de la opresión comunista en Laos y Camboya.

Con motivo del Año Internacional del Niño, en 1979, Ayuda a la Iglesia Necesitada publicó la llamada “Biblia del Niño”, del que ya se han distribuido más de 52 millones de ejemplares en 180 idiomas diferentes.
ACN continuaba creciendo en tamaño y cometidos en el mundo. En reconocimiento de esta realidad, en 1984 recibió del entonces Papa Juan Pablo II, el encargo de ponerse al servicio de la Iglesia universal, por lo que la declaró Asociación de Carácter Universal dependiente de la Santa Sede.

A lo largo de los 80 y 90, cuando los regímenes comunistas de Europa central y oriental se derrumbaron, Ayuda a la Iglesia Necesitada trabajó para llevar alivio a los que sufrían en la Europa del Este. Con el apoyo del ahora San Juan Pablo II, comenzó en 1994 una campaña de “ecumenismo práctico” con la Iglesia ortodoxa rusa, cuyo proyecto más espectacular ha sido la puesta en marcha de los “barcos capilla” que surcan hasta el día de hoy los ríos Volga y Don, como iglesias flotantes.

El P. Werenfried van Straaten fallece el 31 de enero de 2003 dejando en nuestras manos la misión de continuar ayudando a la Iglesia que sufre en el mundo.
Ya desde los inicios del siglo XXI, la acción de ACN se extendió a las víctimas de los conflictos en Ruanda, Sudán, la República Democrática del Congo y otros países africanos. En Oriente Medio, ACN continúa trabajando hasta la actualidad, para hacer frente a la persecución de los católicos y está tratando de llegar a los millones de personas desplazadas en Irak, Siria y otros países de la región.

Hoy, Ayuda a la Iglesia Necesitada se vuelca especialmente con aquellos países desfavorecidos, donde ha venido a sumarse, además, la pandemia del Covid-19.

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