Tras 4 años de secuestro, la Iglesia sigue rezando por la liberación de la religiosa Gloria Narváez
«La información que tenemos sobre el estado de salud de la hermana Gloria fue brindada por la ex rehén Sophie Pétronin. Volvió a movilizarnos a rezar y actuar por su liberación»
ACN, Paulo Aido y Ximena Rondon.- La Iglesia católica en Mali continúa rezando y actuando para conseguir la liberación de la religiosa colombiana Gloria Cecilia Narváez, quien este 7 de febrero cumplió cuatro años de estar secuestrada por yihadistas vinculados a Al-Qaeda.
Así lo indicó el secretario general de la Conferencia Episcopal de Mali, el padre Alexandre Denou, en recientes declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN). El sacerdote recordó que en octubre del año 2020 recibieron buenas noticias sobre la Hermana Gloria tras la liberación de la doctora francesa de 75 años, Sophie Pétronin, quien fue su compañera de cautiverio.
“La información que tenemos sobre el estado de salud de la hermana Gloria Cecilia fue brindada por la ex rehén Sophie Pétronin. La liberación de Sophie y de otros rehenes fue para nosotros una señal de esperanza. Volvió a movilizarnos a rezar y actuar por la liberación de la hermana”, señaló el padre Denou.
El secretario general de la Conferencia Episcopal de Mali también agradeció la “preocupación y empeño” de ACN por el caso de la religiosa colombiana, perteneciente a la Congregación de las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, quien fue raptada en la misión de esta comunidad en Karangasso.
Por su parte, en representación de estas religiosas, la hermana Rosa Julia Ibarra recordó durante un evento para pedir por la libertad de cristianos cautivos realizado en noviembre de 2020 por ACN en Bogotá, Colombia, que para ellas la situación es “dolorosa” y que “ha sido un tiempo muy difícil; pensar que tenemos un miembro secuestrado, sabiendo que Gloria Cecilia ha sido una mujer de gran compromiso con la Iglesia y con la causa de los pobres”.
No se tenían noticias de la monja colombiana desde el video difundido como “prueba de vida” por sus secuestradores en septiembre de 2018 donde también apareció Pétronin. Tras su liberación en octubre, durante una conferencia en el aeropuerto militar de Villacoublay en París (Francia), Sophie Prétonin habló sobre la situación de la Hermana Gloria. La doctora francesa se enteró que sería liberada en la madrugada del 5 de octubre de 2020. Uno de los dos yihadistas que custodiaban a los rehenes le dijo “toma tus cosas, que te vas”. La religiosa colombiana, que posiblemente estaba junto a ella, preguntó: “¿Y yo?”, a lo que el yihadista respondió: “¡Tú te quedas para después!”. Pétronim pidió en Paris: “algo se tiene que hacer por mi compañera de habitación, Gloria, porque ella no está bien (…)”.
Durante el evento de ACN en Bogotá, la hermana Rosa Julia Ibarra manifestó que “sabemos que las condiciones de nuestra hermana no son las mejores. Estos 4 años ella ha estado en el desierto, alternándose entre unos 33 distintos campamentos del grupo yihadista, y las condiciones de salud no son las mejores por la misma situación”, indicó.
También invitó a seguir “pidiendo oración por nuestra hermana, el apoyo que nos puedan brindar, porque necesitamos levantar esa voz de la libertad, no solo por Gloria, sino por todos los secuestrados católicos, por los creyentes y no creyentes en el mundo”.
El “proyecto hermoso” de la Hermana Gloria en Karangasso
Sobre la misión que tenía la religiosa antes de su secuestro por el Frente de Apoyo para el Islam y los Musulmanes (SGIM) en el año 2017, la hermana Rosa Julia Ibarra contó que en Karangasso “tenía un proyecto hermoso, maravilloso, de compromiso con la mujer”, lugar donde sufre los estragos de la discriminación y la pobreza. Comentó que en esa zona solo una minoría de la población es católica y que estos mantienen una buena relación con la mayoría musulmana.
Sor Gloria “impulsó allí un proyecto de alfabetización y de promoción de la mujer, en el cual participaban más o menos unas 500 mujeres, cristianas y musulmanas”. Además, atendía en un orfanato a unos 30 niños y visitaba a los enfermos.
“Hemos perdido a una mujer dinámica, comprometida, apostólica; y la ha perdido la comunidad de Karangasso, donde ella realizaba su misión con la mujer, porque yo tuve la oportunidad en el 2015 de conocer la obra que animaba y acompañaba”, afirmó la Hermana Rosa Julia Ibarra. “Tener a un cristiano, a un católico, por su fe, viviendo un secuestro es una herida de la Iglesia, y nos deben doler a nosotros como bautizados esas heridas de la Iglesia, y creo que debemos levantar nuestra voz por la libertad de Gloria Cecilia», pidió la religiosa.