Apoya para el sustento de 70 religiosas en Kazajistán

Sostenimiento de religiosos/as
Ayuda aprobada: 35.500 €
Sostenimiento de religiosos/as
Ayuda aprobada: 35.500 €
Ref. Proyecto:  ID 351-05-39

› Para que viviendo, den vida

La Archidiócesis de la Santísima Virgen María tiene su sede en Astana, Kazajistán, y ocupa 576.000 kilómetros cuadrados, ¡es más grande que España! En ella, los católicos son solo una pequeña minoría, y asisten poco a la pastoral, las grandes distancias lo hacen complicado.

En ella trabajan 40 sacerdotes que cuentan con la ayuda de 70 religiosas de diferentes congregaciones para impartir la catequesis a niños, jóvenes y adultos. Los preparan para la recepción de los sacramentos, organizan retiros, campamentos de verano y encuentros juveniles, y también se ocupan de ancianos, enfermos, personas solas y necesitados.

Una de esas congregaciones es la de las Vicentinas que tienen un convento en Shortandy. A diario, las religiosas, en un radio de 80 km, visitan en varios pueblos a las personas que necesiten su ayuda. En Makinsk, estas mismas, gestionan un comedor de beneficencia donde 40 familias reciben una comida caliente todos los días y acogen a 25 niños para jugar, hacer manualidades y les imparten la catequesis. Por otro lado, cuentan con las Hermanas de la Divina Misericordia, que acompañan a los sacerdotes en sus visitas a los pueblos y tienen acogidas, en su convento de Petropavlovsk, a 8 niñas que estudian en la ciudad.

Por si fuera poco, una vez al mes, las religiosas organizan junto con los sacerdotes un encuentro de jóvenes.

El Arzobispo de la Archidiócesis, Mons. Tomasz Peta, nos ha querido transmitir una bellísima reflexión sobre la importancia de todas ellas: “Las religiosas están unidas a Dios y permanecen así inseparablemente unidas a la gente. Viven por el bien del pueblo y actúan como sus representantes. Comparten las condiciones de vida de los laicos para comprender sus necesidades y dirigirse a Dios en su nombre. Las religiosas comparten su vida con la gente; cocinan, cultivan sus huertos, van al mercado y trabajan con sus manos; tienen que calentar sus conventos en invierno, y nutrir y fortalecer su vida espiritual y sus conocimientos con la lectura de literatura religiosa. Puesto que la Iglesia está separada del Estado, las religiosas viven de la generosidad y los donativos de los creyentes. Vuestra ayuda económica las libera parcialmente de estas preocupaciones, y así pueden dedicarse por completo a su vocación”.

Por esta última razón, como todos los años, Ayuda a la Iglesia Necesitada va a apoyar a las 70 religiosas de la Archidiócesis de la Santísima Virgen María con una ayuda al sustento de 35.500 €.

Juntos podemos ayudar a las religiosas en países de necesidad, ¿nos ayudas?

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