Ayuda a la formación de 221 futuros sacerdotes en Kinshasa

Formación de sacerdotes y religiosos/as
Ayuda aprobada: 40.000
Formación de sacerdotes y religiosos/as
Ayuda aprobada: 40.000

Ref. Proyecto: 115-02-79

Una Iglesia rica en vocaciones, pero pobre en recursos

Tu apoyo hace posible que las vocaciones florezcan en el corazón de África.

Casi un tercio de los seminaristas del mundo proceden hoy del continente africano. En la República Democrática del Congo, el panorama es muy alentador: solo en la archidiócesis de Kinshasa hay actualmente 221 jóvenes que se preparan para ser sacerdotes.

El rector, P. Emmanuel Kwazifwanga Abita, conoce bien sus historias. Nos cuenta la de uno de ellos: “De niño, cuando iba a misa con sus padres, soñaba con ser sacerdote. Al ver celebrar a uno, sentía en su interior el deseo de imitarle. En casa reunía a sus hermanos, vecinos y amigos para jugar a ser sacerdote. Era un sentimiento infantil que perdió al crecer. Sin embargo, a los 15 años volvió a sentir el deseo de ser sacerdote: quería ser como el párroco local, que predicaba con fuerza y atendía con gran dedicación a enfermos y jóvenes.»

Este joven se puso en contacto con él, quién le recomendó participar en unos días de retiro diocesanos. Hoy, aquel joven continúa su formación en el seminario mayor.

“El amor a Cristo es lo que debe motivar a los candidatos”

Lo cierto es que no todos recorren un camino sencillo hasta el sacerdocio, para algunos la respuesta a la vocación resulta muy evidente, otros requieren de un discernimiento mayor, muchas veces intenciones personales se entremezclan en el discernimiento.

El rector lo resume así: “Los caminos del Señor no son nuestros caminos. Él llama a quien quiere, como quiere y cuando quiere. Cada candidato tiene su propio camino, su historia y su experiencia con su vocación y con Dios. La labor de los formadores consiste en examinar y purificar las motivaciones de quienes desean ser sacerdotes. El deseo debe basarse en servir al Evangelio. Es el amor a Cristo lo que debe motivarles”.

Una formación integral para servir a la Iglesia

Lo importante es proporcionar una buena formación a los futuros sacerdotes y acompañarlos en su camino. Reconocer la llamada y seguirla no es suficiente para llevarla a plenitud, es Él quien debe hacerlo y para ello es necesario entender y aprender a saborear las delicias del Señor y someterse a Su voluntad.

El rector lo explica de esta manera: “No se trata solo del nivel intelectual que debería alcanzarse, sino también de la vida espiritual y moral de los seminaristas. Viven en una sociedad en constante cambio y en la que se invierten los valores, por lo que necesitan una formación coherente para afrontar los retos del mundo actual. Su apostolado futuro requiere una preparación que hable el lenguaje de hoy, pero que siga siendo fiel al Evangelio, que propone un estilo de vida muy a menudo opuesto al mundo”.

Para formar a futuros sacerdotes se necesitan recursos económicos, y aunque la Iglesia africana es rica en vocaciones, es pobre en medios. Por eso, este año destinaremos 40.000 € para apoyar la formación de los 221 jóvenes de la archidiócesis de Kinshasa que recorren el camino de su vocación.

Con muy poco puedes sostener la formación de un futuro sacerdote.

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