Estas chicas llegan al hogar familiar, un refugio que les brinda una segunda oportunidad. Han sufrido el abandono, la explotación y lo peor de la vida desde su nacimiento. Pero la Hermana Alma y su congregación tienen una misión clara: devolverles el amor y ser madres para ellas. Su labor es acompañarlas en su camino de crecimiento y reintegración en la sociedad. Es un compromiso que requiere inversión total de vida.

Este hogar familiar no solo busca fortalecer a estas jóvenes como individuos, sino también prepararlas para asumir responsabilidades como cristianas y ciudadanas de Albania. En un país lleno de belleza pero también de sufrimiento y desafíos, la Hermana Alma y su congregación se convierten en figuras auténticas y sólidas que guían a estas chicas hacia un futuro mejor.

«Estas chicas no creen en la vida, no creen en la familia, no creen en el amor. Nuestra tarea como monjas es precisamente devolverles el amor».

Si te conmueve esta historia y deseas marcar la diferencia, recuerda que a través de Ayuda a la Iglesia Necesitada, puedes dar tu apoyo a miles de religiosas en países necesitados como Albania. Juntos, podemos ser un rayo de esperanza en vidas que necesitan amor y atención.