Los Albertinos construyen un convento con un albergue para mujeres sin hogar en Ucrania

ACN.- Desde el año 2020, los Albertinos, con la ayuda de ACN, trabajan en la construcción de un convento con un albergue contiguo para mujeres sin hogar en el distrito Mayorivka de Lviv. Esta casa es equivalente a la que regentan los hermanos Albertinos para hombres. Cuarenta mujeres sin hogar podrán encontrar aquí un techo donde cobijarse, con tres o cuatro habitaciones habilitadas especialmente para mujeres con hijos recién nacidos. “Sí, a veces también ellos viven en la calle”, suspira sor Hieronyma, jefa de la comunidad de cuatro miembros.

“Hemos elegido realmente el momento más difícil que pudimos encontrar para un proyecto de construcción. Primero la pandemia, luego la guerra. Pero es precisamente entonces cuando la casa es más necesaria que nunca y es como un milagro que ya esté construida. En nuestra propia casa podemos reunir mucho mejor la ayuda selectiva que hasta noviembre habíamos abandonado entre los pobres del centro de la ciudad; podemos lograr mucho más. La cocina que nos regalaron vuestros bienhechores tendrá su primer gran uso en Navidad, con una gran comida para 300 personas pobres”, dice feliz sor Jerónimo. «La capilla es más grande que la de la casa de los hombres», se ríe Mons. Mieczyslaw Mokrzycki, arzobispo católico de Lviv, que nos acompaña en nuestra visita a las hermanas, «porque las mujeres rezan más».

Calidez y protección

Durante los últimos dos años, 2.200 personas desplazadas se han beneficiado de la ayuda humanitaria directa proporcionada por ACN. Especialmente al comienzo de la guerra, la parroquia de San Juan Pablo II, en las afueras de Lviv, logró cosas increíbles. Por su posición, fue prácticamente el trampolín para el siguiente viaje a Polonia. Aquí encontraron alojamiento hasta 250 desplazados internos y en la cocina de la tienda de campaña de la parroquia se servían diariamente unas 1.800 comidas.

Hoy en día sólo quedan allí 50 desplazados internos, en su mayoría familias con niños pequeños y personas mayores, que tienen dificultades para conseguir alojamiento. ACN ha hablado con algunas de ellas, como Nina de Donetsk, Lyudmila de Kharkiv, Polina de Mariupol e Iryna de Zaporizhzhia. Todos los lugares que conocemos dolorosamente a través de los titulares de las noticias.

Lo que todas estas mujeres tienen en común es que lo han perdido todo y no tienen una familia que las cuide. En marzo de 2023, los voluntarios recibieron a las mujeres en la estación de Lviv y las llevaron al refugio de emergencia. “Si no hay ayuda”, dice ansiosamente Nina, “¿a dónde vamos? Estamos profundamente agradecidos con la parroquia porque hemos encontrado un lugar donde quedarnos aquí”.