ACN.- El papel de los voluntarios ha sido fundamental para la actividad Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en España a lo largo de su historia. Gracias a ellos, la fundación ha sido un puente entre la Iglesia española y los cristianos perseguidos en todo el mundo. Por eso, en este Año Jubilar de la Esperanza, ACN se une al Jubileo de los voluntarios agradecida por la entrega desinteresada de tantas personas en favor de la Iglesia que más sufre en el mundo.

Actualmente, la fundación cuenta con la colaboración de 235 voluntarios que entregan su tiempo, sus talentos y su entusiasmo al servicio de los cristianos que sufren necesidad y persecución por casi toda España. El 85% de ellos colaboran en las delegaciones diocesanas en toda España, mientras que otros acuden a la oficina de Madrid a ayudar con las diferentes tareas del día a día.

Gracias a la implicación de los voluntarios, ACN organiza en torno a 1.200 actividades al año, como conferencias, testimonios, oraciones, exposiciones o conciertos benéficos.

Tal y como explica Laura Guerrero, responsable de Voluntariado de ACN España, los voluntarios son importantes para poder construir un puente de caridad con la Iglesia que sufre: “Ser voluntario en Ayuda a la Iglesia Necesitada es una donación para la Iglesia universal. Ellos encarnan los tres pilares sobre los que se sostiene esta Fundación, por defender y poner en práctica el mensaje del Evangelio: oración, información y caridad”.

“Gracias a los voluntarios se han consolidado de forma mensual Vigilias de oración por los cristianos perseguidos, algunas de ellas en basílicas martiriales, caso de San Zoilo, en Córdoba, o Santa Engracia, en Zaragoza. También Rezos del Rosario, o del Vía Crucis”, ha explicado Guerrero.

Los voluntarios de ACN son de orígenes diversos: jóvenes o mayores, conversos o con toda una vida de fe a sus espaldas, procedentes de diferentes realidades. Ellos confían en ACN como institución católica y por el carisma pastoral de la fundación pontificia.

Entre las tareas de los voluntarios se encuentran la ayuda en la organización de conferencias, vigilias de oración o exposiciones, entre muchas otras iniciativas: “Se convierten en portavoces de esta Fundación Pontificia en sus diócesis”, explica Guerrero. Además, hay voluntarios que ayudan en la sede de ACN o que prestan parte de su tiempo de manera remota.

La fundación también muestra su agradecimiento a los voluntarios que entregaron su tiempo y esfuerzo en el pasado en favor de la Iglesia que sufre en el mundo, pero que ya no puede por motivos de salud o circunstancias. Estos reciben el título de voluntario honorífico, que continúa colaborando con su constante oración por esta causa.

La responsable de Voluntariado se hace eco de las palabras del padre Alfonso López Quintás, fundador de ACN España y “el primer voluntario”: “Está muy bien que la gente done a buenas causas, como es la de ACN, pero, todavía es más generoso donarse”.