Ref. Proyecto relacionado: 2403912
Tú puedes ayudar a sostener a los catequistas que anuncian el Evangelio en medio de la pobreza extrema en Sudán del Sur.
› En Sudán del Sur, la fe se sostiene gracias a los catequistas
Tras años de conflictos, violencia y desplazamientos, la pobreza y el hambre siguen marcando la vida de millones de personas en Sudán del Sur. En medio de esta realidad tan dura, los catequistas son quienes mantienen la esperanza.
Son ellos quienes caminan durante horas bajo el sol, visitan comunidades aisladas, anuncian el Evangelio, acompañan a los enfermos, sostienen la oración cuando no hay sacerdote y ayudan a los más vulnerables a no perder la fe. Pero ni ellos y sus comunidades apenas tienen qué comer.
Catequistas que son apóstoles entre los pobres en medio de la escasez
En la diócesis de Rumbek, en Sudán del Sur, los catequistas son verdaderos apóstoles entre los pobres: entregan su tiempo y su vida para alimentar la fe de un pueblo marcado por el hambre, la violencia y los desplazamientos. Son el rostro más cercano de la Iglesia, sobre todo donde los sacerdotes no pueden llegar.
Uno de ellos es Peter Jurwel, que anuncia el Evangelio entre la pobreza de los campamentos de ganado: “Me hice catequista para que nuestro pueblo conociera la Palabra de Dios y abandonara las tradiciones, como la brujería”.
Peter forma parte de los más de 300 catequistas de la diócesis; él mismo cultiva la tierra para sostener a su familia en la estación seca, cuando la comida escasea.
Como Peter, miles de catequistas sirven a la Iglesia en medio de la pobreza y la necesidad, manteniendo viva la fe allí donde la vida es una lucha diaria:
“Necesitamos tu ayuda, especialmente cuando la comida falta”.
Con tu generosidad, estos apóstoles del Evangelio podrán seguir anunciando a Cristo donde la pobreza es más dura y la fe más frágil.
› Lo que haremos posible con tu ayuda para estos apóstoles entre los más pobres
Gracias a tu apoyo, podremos sostener a 359 catequistas de las 16 parroquias de la diócesis de Rumbek proporcionándoles alimentos esenciales durante la temporada de escasez.
Cada catequista recibirá un paquete anual de alimentos que permitirá alimentar a su familia y continuar su misión pastoral. Con este sustento, podrán seguir:
- Preservando y enseñando la fe católica en comunidades muy empobrecidas.
- Anunciando el Evangelio y llevando la alegría de Cristo a las comunidades que pasan hambre.
- Dirigiendo la oración y la liturgia de la Palabra cuando no hay sacerdote.
Con 20.000 €, podremos alimentar a estos catequistas y permitir que sigan sirviendo a su pueblo como verdaderos apóstoles en medio de la pobreza extrema.
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