Ref. Proyecto: ID 230-04-84
› Los Albertinos de Lviv te necesitan para sostener a todo el que llama a la puerta de su Casa de la Misericordia
Los Hermanos Albertinos polacos necesitan tu ayuda urgente para sostener la “Casa de la Misericordia” que dirigen desde hace seis años en Lviv. Este hogar nació para acoger a unas 30 ó 40 personas sin hogar: ancianos pobres, algunos de los cuales eran adictos al alcohol y a las drogas. Pero con la guerra, la atención a más necesitados les desborda cada día.
Cuando estalló la guerra, los Albertinos recibieron una gran avalancha de personas que huían de la guerra hacia el oeste de Ucrania o hacia el extranjero. Como otras muchas instituciones eclesiásticas, estos Hermanos, decidieron permanecer en sus puestos, acoger a desplazados y ayudar a otros tantos a continuar su viaje, a pesar de que ellos mismos se encontraban ya en una situación difícil.
¿Qué hubiera sido de tantísima gente sin estos sacerdotes y otros tantos en el resto del país, sin las religiosas y los voluntarios que desde el primer momento se ofrecieron para ayudar en sus respectivas parroquias? Pero día tras día tienen que sostener a muchas personas y necesitan contar con los medios. Necesitan que tú les tiendas tu mano.
Y es que en esta casa siempre hay mucho por hacer: además del trabajo en el refugio para personas sin hogar, los cuatro Hermanos Albertinos quieren seguir proporcionando una comida caliente, dos veces por semana, a entre 150 y 200 personas sin recursos del barrio. Los demás días organizan reparto de alimentos. A veces reciben donaciones de comida, por parte de los militares que comparten con los más pobres entre los pobres, lo que ellos no necesitan. Pero con esto no es suficiente. Los Albertinos tienen que comprar alimentos para sus residentes y para todos los que llaman a su puerta en busca de un plato de comida.
Ruslán llegó a los Albertinos hace meses desde Ivano-Frankivsk en un estado de completa desolación.
«En esta casa he recuperado la estabilidad en mi vida y puedo ayudar y sentirme útil. Incluso he encontrado un trabajo fuera. Ahora estoy buscando un piso asequible, aunque es difícil en tiempos de guerra en la superpoblada Lviv. Los hermanos son una verdadera bendición para mí».
Otro refugiado tuvo que huir en 2014 de Donetsk y en 2022, de Zaporyzhzhia. Ha perdido todo lo que poseía, en dos ocasiones. Además una discapacidad en la mano, debido a un grave accidente, le ha dejado inválido.
“Estoy muy agradecido a los Hermanos por acogerme y trato de ayudarles en todo lo que puedo”.
La situación económica, política y financiera del país es extremadamente difícil y los precios de la electricidad, el gas, la gasolina y los alimentos, en algunos casos, se han triplicado. La ayuda humanitaria sigue llegando del extranjero, pero se ha reducido drásticamente. Sin embargo, la guerra continúa, los cohetes caen, la gente pierde la vida y todas las familias, de una u otra manera, se ven afectadas por esta sinrazón que no parece tener fin.
Las parroquias, al igual que la Casa de la Misericordia de los Albertinos, tienen que hacer frente a sus gastos de funcionamiento y mantenimiento. Por esta razón el arzobispo de Kviv, Mieczyslaw Mokrzycki, nos pide, te pide encarecidamente ayuda para los 223 sacerdotes de su archidiócesis.
Una ayuda de 500 euros anuales o 40 euros mensuales, por sacerdote será para cada uno de ellos una bendición y una señal de reconocimiento muy significativa por la inmensa labor que están llevando a cabo en estos difíciles momentos de guerra.
Con tu ayuda los sacerdotes en Kviv, como los Hermanos Albertinos podrán afrontar los gastos de vivienda y alimentar a su gente durante el año 2024.
Tu donación se destinará a este proyecto o proyectos similares.