› Una parroquia de clase trabajadora con un alto índice de pobreza
La parroquia de San José fue la segunda (hoy hay dos más) que se estableció en la ciudad de Minas, en el departamento de Lavalleja, un valle a 122 km al noreste de Montevideo. Data de 1954 y se encuentra en el límite urbano de la ciudad con una densidad de población de unos 15.000 habitantes y que alcanza los 37.000 si se incluyen los habitantes de la zona rural. Desde un punto de vista socioeconómico, sus feligreses son principalmente de clase trabajadora y existe un alto índice de pobreza. Su párroco, Óscar Díaz, nos cuenta que la comunidad parroquial está muy marcada por la pobreza material y su conciencia de solidaridad y servicio evangélico:
«Nuestra estructura pastoral, aunque es muy sencilla, está orientada a la comunión, atenta a la necesidad de la comunidad, buscando la integración y la evangelización.»
› Su párroco se inspira a diario en la vida de San José
El Papa en su Carta Apostólica Patris Corde apunta que: «San José fue llamado por Dios para servir directamente a la persona y la misión de Jesús mediante el ejercicio de su paternidad» y que de esta manera: «cooperó en la plenitud de los tiempos en el gran misterio de la salvación y es verdaderamente ministro de la salvación.»
El Padre Óscar, que trata de vivir a diario inspirado por la santa vida de San José, es responsable de algunas instituciones con sede en la parroquia. Entre ellas se encuentra una asociación civil llamada Vida Plena, donde se atiende a los hermanos discapacitados. Esta asociación cuenta con 2 centros: el primero, con 118 niños y sus familias, atiende las necesidades de niños de 0 a 3 años, y el segundo acoge y apoya a 50 adolescentes.
También tienen un comedor llamado «Abba José» en el que 80 personas pueden disfrutar de una comida caliente diaria. Además de la comunidad parroquial en la zona urbana, la parroquia tiene dos capillas en la zona rural, cada una a 30 kilómetros del centro parroquial. El párroco recoge y distribuye los alimentos y el material educativo de los centros de distribución estatales, y el material catequético y pastoral que necesitan los feligreses que acuden a ellas.
› Los impuestos sobre vehículos ascienden al 50 % de su valor
Para la misión del Padre Óscar, el obispo Milton Tróccoli pidió a Ayuda a la Iglesia Necesitada ayuda para comprar una furgoneta:
«en Uruguay los vehículos están gravados con una tasa muy alta (50 % de su valor) que los hace muy caros. Muchos de los vehículos de la Diócesis (incluido el mío) tienen alrededor de 10 años y son caros de mantener y menos ventajosos de vender para comprar otro. Les agradezco todo lo que Save puedan hacer por la Parroquia de San José, que el Señor les bendiga y sostenga en esta nueva misión.”
Ayuda a la Iglesia Necesitada ha destinado a la Diócesis de Maldonado 5.000 € para comprar un coche nuevo y que el Padre Oscar Díaz continúe su misión tras los pasos de Jesús.
Tu donación se destinará a este proyecto o proyectos similares.