Los feligreses todavía siguen rezando por todos los que han contribuido a realizar este sueño.
Los feligreses de Majerburi Village, en el oeste del estado indio de Assam, están muy contentos con su nueva iglesia porque, por fin, hay suficiente espacio para la gran cantidad de creyentes que asisten a la Eucaristía cada domingo y que participan activamente en la vida de la Iglesia. La inauguración fue una gran celebración llena de alegría.
Están muy felices y agradecidos: “¡Que Dios se lo pague a todos los que nos han ayudado!”, dice su párroco, el P. Kuriakose Kattoo.
En 1983 los Capuchinos fundaron la misión y la escuela primaria en Majerburi Village y en 2012 se erigió la parroquia de San Francisco, una pequeña capilla que no podía acoger a la gran cantidad de creyentes que asistían. Hasta 100 personas tenían que quedarse fuera los domingos y festivos, entre ellas, los niños del internado y los alumnos y profesores del colegio, fundado por las religiosas en 2016.
Los habitantes de la zona son demasiado pobres. Pertenecen a diferentes tribus indígenas y se ganan la vida recolectando leña en el bosque y plantando verdura para después venderla en el mercado. Por eso el P Kuriakose tuvo que dirigirse a Ayuda a la Iglesia Necesitada en busca de financiación. Ahora, sus feligreses y él rezan por todos los que han hecho una contribución.
La asistencia a la Misa dominical es esencial en la vida de todos los cristianos en general y para estos de India en particular.
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