
Ref. Proyecto: 139-08-19
› Tres parroquias que resisten entre ciclones y violencia
Ayuda a devolver un techo a las comunidades que celebran su fe bajo el sol y la lluvia tras el paso del ciclón.
En la madrugada del Tercer Domingo de Adviento de 2024, el ciclón tropical Chido golpeó la provincia de Cabo Delgado, en el norte de Mozambique, con vientos de hasta 200 kilómetros por hora. La región, ya castigada por años de terrorismo yihadista y desplazamientos masivos de población, sufrió una nueva tragedia: viviendas, escuelas, centros de salud y guarderías fueron destruidos, árboles y postes eléctricos derribados, y se cortaron el agua y la electricidad en la ciudad de Pemba y otras localidades.
La Iglesia también resultó gravemente dañada: iglesias, capillas, casas parroquiales y edificios de órdenes religiosas quedaron destruidos o seriamente afectados.
› Tres comunidades heridas por la tormenta
En Chiuré, la parroquia de Santa Isabel atiende 96 comunidades en uno de los distritos más poblados de Cabo Delgado. Allí trabajan 2 sacerdotes diocesanos, 2 jesuitas, religiosas salesianas y 187 catequistas, además cuentan con una Fazenda da Esperança para la rehabilitación de drogodependientes. El ciclón dañó el tejado y las ventanas de la iglesia parroquial, donde han encontrado refugio numerosas personas que huyen del terrorismo yihadista que azota la región.
En Metoro, la parroquia de Cristo Rey sufrió daños en su templo, que acoge el centro de formación de catequistas de la diócesis de Pemba. Es un punto clave para encuentros y actividades, en una zona ya golpeada por ataques terroristas.

En Mieze, la iglesia de Nuestra Señora del Monte Carmelo perdió por completo su techo, dejando a cientos de fieles, incluidos numerosos niños y jóvenes, sin un lugar cubierto para celebrar la Misa. Los árboles bajo los que antes se reunían también fueron derribados. Esta comunidad, como las otras, ha acogido a desplazados que huyen del conflicto.
› Reconstruir para seguir reuniéndose en fe
Desde Ayuda a la Iglesia Necesitada vamos a aportar 30.300 € que permitirán reparar estas tres parroquias, devolviendo un lugar digno de oración y encuentro a cientos de familias. Cada donativo permite que más familias recuperen, no solo un techo, sino también la fuerza para seguir adelante en medio de la violencia y la pobreza.
Con tu colaboración, estas comunidades volverán a reunirse bajo un techo para celebrar su fe y fortalecer la esperanza en medio de la adversidad.
Tu donación se destinará a este proyecto o proyectos similares.