› Su labor es ayudar a los más pobres
Pinheiro es un municipio situado en el Estado de Maranhão, en el noreste de Brasil. El nordeste es una región empobrecida: El 43,5% de la población vive en la pobreza, es decir, con menos de 2 dólares al día. Las temperaturas son altas, y la temporada de lluvias es de marzo a junio.
El obispo Elio Rama nos pide ayuda para mantener a cuatro hermanas Josefinas. Las hermanas son una enorme ayuda en la vida pastoral de las parroquias. Trabajan en colaboración con los sacerdotes.
La misión de las hermanas Josefinas es la misión de San José: proteger al Redentor.
«José hizo lo que el ángel del Señor le había mandado y se llevó a María a su casa como esposa» (Mt 1,24).
Inspirado por el Evangelio, así las hermanas josefinas están llamadas a custodiar, proteger y defender a los niños perseguidos y a apoyar a los sacerdotes en su misión.
› Cada hermana busca entregarse en diferentes ministerios
En Pinheiro, trabajan en la parroquia de San Benito, compuesta por 38 comunidades. En cuanto al trabajo de catequesis, las hermanas forman a los catequistas todos los primeros sábados del mes. También se reúnen regularmente con los niños y los padres. En las comunidades, junto con el sacerdote, las hermanas ya han formado a 42 parejas para el sacramento del matrimonio. En la escuela, las hermanas orientan y forman a los profesores y a los padres y enseñan religión a los niños. Visitan las comunidades rurales cada semana. Realizan encuentros de preparación con los niños y las familias para la Primera Comunión y los Bautizos.
Las hermanas también organizan una peregrinación con Nuestra Señora de Aparecida desde febrero hasta el 12 de octubre, fiesta de la Santísima Virgen en Brasil.
También visitan a los enfermos y atienden a los niños en la clínica de maternidad. En todo su trabajo pastoral buscan dar a conocer a Jesucristo y hacerlo amar.
El Papa en su Carta Apostólica Patris Corde, dice: «En José, Jesús vio el tierno amor de Dios: «Como un padre se compadece de sus hijos, así el Señor se compadece de los que le temen» (Sal 103,13).
Las hermanas nos escriben: «Damos gracias a Dios por la ayuda de los benefactores de Ayuda a la Iglesia Necesitada. Gracias a todos los que colaboran en nuestro trabajo por el Reino de Dios, gracias por su ayuda, disponibilidad y comprensión».
Tu donación se destinará a este proyecto o proyectos similares.