El drama se desencadenó a principios de 2021, cuando imágenes impactantes de video mostraron a Tabitha siendo golpeada brutalmente por sus propios colegas. Obligada a esconderse durante las investigaciones policiales, su vida se convirtió en un constante temor.

Ahora, más de dos años después, Tabitha y su esposo, Sohail Almas, han compartido su emoción al comenzar una nueva vida con su familia en Norteamérica. Sin revelar el país específico por razones de seguridad, la pareja relata el «milagro» de haber obtenido un visado para un país occidental.

Con gratitud y devoción a Jesucristo, Tabitha describe el momento en que su vida cambió drásticamente. Enfrentando la turba furiosa, siguió rezando a Jesús y sintió la presencia de ángeles a su alrededor, lo que le dio la certeza de que sería salvada.

“Toda la gloria le corresponde a Jesús, pues es él quien la ha salvado. Nosotros simplemente somos sus servidores”.

Tabitha relató cómo el drama comenzó cuando, en su función de jefa de enfermeras en un hospital de Karachi, sancionó a una colega por aceptar un soborno de un paciente, algo que iba en contra de las normas del centro. En represalia, la colega la acusó de blasfemia, desencadenando la violenta reacción de los demás empleados del hospital.

Tras su liberación por falta de pruebas creíbles, una multitud de extremistas rodeó la comisaría, forzando a las autoridades a presentar un informe policial en su contra. En una carrera por salvar sus vidas, Tabitha y su familia lograron huir del país y establecerse en un lugar seguro de Oriente Próximo, donde obtuvieron permiso de residencia.

Ahora, en Occidente, Tabitha se siente comprometida a dedicar su vida a defender a los cristianos perseguidos en Pakistán. Dirigiéndose a otras enfermeras cristianas que enfrentan acusaciones similares, envía un mensaje de solidaridad y oraciones.

Con profundo agradecimiento por su nueva vida, Sohail Almas afirma que es improbable que puedan regresar a Pakistán. A pesar de las dificultades pasadas, Tabitha y su familia encuentran esperanza y determinación para apoyar a aquellos que enfrentan la persecución por su fe hasta el último aliento. Su inspirador testimonio de resiliencia y valentía sirve como recordatorio de la importancia de proteger la libertad religiosa en todo el mundo.