El diálogo interreligioso, un camino hacia la paz

ACN.–  El diálogo interreligioso y la fraternidad son cruciales para poder construir juntos un lugar de paz. El Papa Francisco ha estado recorriendo Mongolia durante tres días, convirtiéndose en el primer pontífice en pisar este suelo. Este 43º viaje apostólico al corazón de Asia Central se centró en el diálogo interreligioso y alentó a la pequeña Iglesia misionera de la zona, formada por unos 1.500 fieles. “Si quien tiene la responsabilidad de las naciones eligiera el camino del encuentro y del diálogo con los demás, contribuiría ciertamente de manera determinante a poner fin a los conflictos que siguen causando sufrimiento a tantos pueblos”, explicó Francisco. 

El Pontífice nos recuerda la necesidad de elevar la mirada hacia lo alto para encontrar la ruta del camino en la tierra. Por este motivo, le alegró estar con los representantes religiosos y agradeció a todas la presencia y las diferentes intervenciones “que han enriquecido la reflexión común”. Aunque los cambios jurídicos o prácticos para la libertad religiosa no sean inmediatos, el diálogo del Papa con otras religiones allana el camino hacia el progreso al crear un ambiente de confianza.

El Papa Francisco, en junio de 2022, con los participantes en la asamblea plenaria del Dicasterio homónimo, explicó que «el diálogo interreligioso, es un signo de nuestro tiempo, un signo providencial, en el sentido de que es Dios mismo, en su sabio designio, quien inspira a los líderes religiosos y a tanta gente corriente a encontrarse y conocerse respetando las diferencias religiosas«.

El diálogo con el islam

El Informe Libertad Religiosa en el Mundo 2023 (ILR) revela que durante el tiempo de estudio se ha producido un diálogo católico-musulmán más completo. Por ejemplo, el Santo Padre, en su visita a Irak en marzo de 2021, se acercó por primera vez a un país de lengua árabe y mayoría chií. El patriarca caldeo Louis Raphael I Sako afirmó que el encuentro con el líder chií más destacado de Irak, el gran ayatolá Ali Al Sistani, fue «un punto de inflexión en las relaciones cristiano-musulmanas». Además, según el Patriarca: «Al Sistani afirmó ‘Vosotros sois parte de nosotros, y nosotros somos parte de vosotros’. Es una forma sugerente de decir que somos hermanos». 

Hasta entonces, aparte de Azerbaiyán, el Pontífice solo había visitado países de mayoría suní. Más tarde, en 2022, visitó también Bahréin que, aunque gobernado por una dinastía suní, es un país de mayoría chií. El Papa ha continuado así la política de diálogo directo con el islam que mantiene desde el inicio de su pontificado.

También añadió que «la autoridad religiosa desempeña un papel en la protección de los cristianos, y de otros que también han sufrido injusticias y daños en los acontecimientos de los últimos años». Siendo Al Sistani una de las figuras más veneradas del chiismo, esta declaración tiene un significado considerable. Un analista chií afirmaba que «los cristianos iraquíes consideran el apoyo del gran ayatolá Al Sistani más importante que el de sus propios dirigentes». En marzo de 2023, estaba prevista una conferencia chií-cristiana en Irak para continuar el diálogo, pero de momento no hay noticias de ello.

La visita del Papa a Bahréin profundizó los lazos existentes con el islam suní. Un efecto importante fue que el encuentro interreligioso con Francisco acercó a chiíes y suníes. Dirigiéndose directamente a los eruditos chiíes presentes, el gran imán suní Al Tayeb animó a los musulmanes a «ahuyentar cualquier discurso de odio, provocación y excomunión». Otra esperanza igualmente importante de la disminución de las tensiones entre chiíes y suníes son las repercusiones positivas para las comunidades religiosas no musulmanas.