El obispo de Alepo, contra las sanciones internacionales: «hunden a la gente, aún más, en la miseria»
El prelado y otras voces de la Iglesia de Siria lamentan la falta de recursos, que lleva a la gente a pasar hambre
ACN, Tobias Lehner.- A casi diez años del estallido de la guerra en Siria, los colaboradores sirios de la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) han criticado duramente las sanciones que sigue aplicando Occidente. Su objetivo de debilitar al régimen de Assad no se ha cumplido, declara el arzobispo greco-católico de Alepo, Mons. Jean-Clément Jeanbart, ante Ayuda a la Iglesia Necesitada: “Las sanciones de Occidente seguirán sin tener efecto sobre el Gobierno, que se ve poco afectado por las consecuencias”.
En cambio, las restricciones comerciales y de divisas afectan duramente a la población civil: “La gente no tiene suficiente para comer, ni electricidad, ni gas, ni gasóleo”, explica Mons. Jeanbart. Además, añade que la gente ya no tiene la posibilidad de pedir préstamos para financiar compras importantes. “Las sanciones no hacen más que hundir a la gente aún más en el sufrimiento y la miseria”.
“La gente está al borde de la inanición”
Lo que significa concretamente la política de sanciones de Occidente lo ha descrito la Hna. María Lucía Ferreira en una entrevista con Ayuda a la Iglesia Necesitada. Esta religiosa pertenece a la Orden de la Unidad de Antioquia y vive en el monasterio sirio de Qarah, cerca de la frontera con Líbano. “La situación está empeorando cada vez más, la gente está al borde de la inanición y ya han muerto personas”, ha dicho la Hna. Lucía.
Además del conflicto de diez años, la precaria situación se debe también a la política de sanciones y a las consecuencias de la pandemia del coronavirus, ha explicado la religiosa: “Todo se encarece cada vez más. Resulta difícil sobrevivir”. Añade que un gran problema en este momento es la escasez de materias primas, por lo que muchos no pueden calentar sus casas. “La gente hace cola para comprar gasolina o gasóleo y a menudo se quedan sin nada. El combustible es muy escaso porque aquí, en la región, hay poca madera, ha señalado la Hna. Lucía. Además, el suministro de electricidad es muy deficiente: “A veces no tenemos electricidad durante doce horas, y cuando tenemos, a menudo, solo durante media hora”.
Exigencia de que se reemplacen las sanciones por negociaciones
En lugar de presionar económicamente al Gobierno sirio, el arzobispo Jeanbart pide a los Gobiernos occidentales que entablen negociaciones con el presidente Assad: “Debe haber un diálogo justo. Occidente puede presionar de tal manera que el Gobierno acepte emprender el camino de la paz y abandonar algunos de sus comportamientos“.