«Las gente en Alepo no quiere volver a sus casas por el miedo»
El padre Fadi Najjar y el hermano George Sabé, socios de proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada en Siria, describen la situación actual
ACN.- «La situación es muy difícil. La gente en Alepo no quiere volver a sus casas por el miedo. Todos han dejado sus casas y están durmiendo en colegios, parroquias, salas y donde se puede», así asegura el padre Fadi Najjar, sacerdote greco-católico de Alepo, la situación durante el primer día tras el terremoto de Turquía que ha sacudido Siria, «No hay cifras oficiales, pero solo en Alepo hay muchos edificios destruidos, familias enteras desaparecidas. Podemos decir que solo en Alepo debe haber más de 1.000 muertos».
El duro seísmo de 7,8 grados en la escala Richter, y sus réplicas, han provocado una nueva emergencia en un país que está sufriendo largos años de guerra, «Llevamos 12 años de guerra, pero nunca habíamos vivido algo así. Eran las 4.19h de la mañana cuando todo ha empezado a temblar. Hemos perdido al sacerdote Imad Daher, que se encontraba en la residencia del arzobispao greco-católico. Nos hemos asustado mucho y muchas personas han muerto en el acto porque numerosos edificios ya estaban dañados a causa de la guerra y hasta ahora no se han podido reconstruir», reconoce el sacerdote, que afirma que todas las parroquias están abiertas para acoger a la gente.
Como el padre Fadi, el hermano George Sabé también es socio de proyectos de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en Alepo. Este religioso marista relata la situación «catastrófica, casi apocalíptica» en la segunda ciudad más grande de Siria. «La tierra empezó a temblar durante más de 2 minutos y medio, así que salimos a la calle llenos de miedo y a oscuras, porque la red eléctrica se ha destruido».
El religioso también explica que este terremoto en Siria ha hecho que los edificios se hayan desplomado «sobre todo en las zonas más vulnerables” y que los hospitales se encuentran “llenos de personas heridas o de difuntos”. El hermano marista ha lamentado que esta catástrofe se cebe con un país que ya “ha sufrido mucho por la guerra” y que hoy de nuevo vuelve a estar ‘castigada’ por el terremoto.
En este sentido advierte de que se encuentran “ante una nueva crisis” por lo que desde su posición se han puesto manos a la obra y han abierto su casa «para acoger a familias, más de 100, para que estén abrigadas”. Allí, explica “les ofrecemos comida, algo caliente para que puedan estar un poco en paz».
ACN colabora estrechamente con la Iglesia local. Tanto el padre Fadi, como el hermano George describen que lo más necesario es la oración, para saber cómo actuar en estos momentos de gran pánico. Y hace falta apoyo de emergencia básico, como agua, alimentos y medicinas para atender a los heridos. El gobierno sirio ha decretado una semana de vacaciones, para que las personas puedan encontrar refugio y ponerse a salvo, mientras continúan los trabajos de rescate. «Necesitamos toda ayuda de emergencia disponible, y a continuación tendremos que reconstruir todo: casas, colegios, etc. Ahora estoy pensando en la gente que no tiene casas. Hay gente que ya no tiene nada para seguir con su vida», finaliza el padre Fadi Najjar.