» TESTIMONIO
“Cerrar una escuela es cerrar una parroquia”. Así se mantiene viva la educación cristiana en Tierra Santa

En esta tierra, donde los cristianos son la minoría más pequeña entre los tres grandes grupos religiosos, la Iglesia católica sostiene la red educativa más amplia de la región. Sin embargo, la crisis económica, el desempleo y la inestabilidad, han dejado a miles de familias cristianas en situación de vulnerabilidad.
En medio de este panorama, el Patriarcado Latino de Jerusalén ha tomado la decisión de eximir de las deudas escolares acumuladas a todos sus alumnos, un gesto que ha devuelto alivio a cientos de hogares.
Escuelas donde conviven cristianos, musulmanes y judíos
El padre Davide Meli, canciller del Patriarcado, explica a Ayuda a la Iglesia Necesitada que las escuelas católicas cumplen una misión única:
“Son lugares donde personas de diferentes religiones se conocen, se respetan y crean relaciones que duran toda la vida”.
En total, más de 20.000 estudiantes se forman en estas escuelas repartidas por Israel, Palestina y Jordania. La presencia de alumnado cristiano varía según la zona (83% en Israel, 57% en Jordania y 35% en Palestina), pero en todas se comparte un mismo espíritu: educar desde los valores del Evangelio y construir una convivencia real en la tierra donde caminó Jesús.
George Akroush, director de la Oficina de Desarrollo de Proyectos, subraya la importancia de esta misión para el futuro de la comunidad cristiana: “Si una familia no puede ofrecer educación cristiana a sus hijos, lo más probable es que emigren. Cerrar una escuela es cerrar una parroquia”.
Un Jubileo de la Esperanza: deudas perdonadas y familias aliviadas
La crisis económica ha golpeado especialmente a los cristianos, muchos dependientes del sector turístico. En Cisjordania, el desempleo alcanza el 40%, pero entre los cristianos asciende al 72%, lo que ha hecho imposible para muchas familias asumir siquiera una pequeña cuota escolar.
Ante esta realidad, el patriarca Pierbattista Pizzaballa decidió perdonar millones en deudas escolares acumuladas, excepto las correspondientes al curso actual.
“El patriarca quiso que este Jubileo de la Esperanza se viviera de verdad”, explica el padre Meli. “Las familias lo han recibido como un gesto de dignidad y cercanía”. Lo sorprendente es que, tras el anuncio, comenzaron a llegar donaciones inesperadas: “Dios nunca puede ser superado en generosidad… el dinero que salió por una ventana, ahora entra por una puerta”, añade el sacerdote.


› Gracias a tu ayuda, las escuelas continúan siendo un hogar para los cristianos de Tierra Santa
Ayuda a la Iglesia Necesitada se ha comprometido a sostener este gesto del Patriarcado y cubrir las tasas escolares de más de 800 alumnos cristianos de 13 escuelas. Con tu generosidad, ayudas a mantener abiertas las escuelas cristianas, asegurar que las familias no tengan que marcharse de su tierra, garantizar una educación donde conviven y se forman juntos estudiantes de distintas religiones y sostener la presencia cristiana en el lugar donde nació Jesús.





