» TESTIMONIO
A sus 97 años, vende arte sacro para ayudar a los cristianos que sufren
Maria Antónia Cabral utiliza únicamente material reciclado para confeccionar las imágenes devocionales de tradición portuguesa. Los beneficios que obtiene de la venta los destina a ayudar a los cristianos a través de Ayuda a la Iglesia Necesitada.
“ACN entró en mi vida hace varios años. Confío en esta organización benéfica porque es católica y porque sé que invierte bien el dinero que recibe. Hay tantas situaciones desesperadas en el mundo… Deseo ayudar como sea”, dice Maria.
Es una de las diez primeras mujeres licenciadas en Arquitectura en Portugal, pero su amor por el arte empezó antes. “Cuando era adolescente, acudía al mercado de Nazaré con mi madre, donde los vendedores de pescado tenían en sus puestos imágenes tradicionales de santos en cajas enmarcadas. Eran muy sencillas, pero a mí me encantaban y más tarde aprendí a hacerlas yo misma”, cuenta a ACN.
Arte sacro de IKEA
Estas piezas tradicionales, conocidas en Portugal como registros, se remontan al siglo XVIII y suelen ser imágenes impresas de santos colocadas en marcos decorados, a veces protegidas por un cristal; son una parte esencial de la piedad tradicional portuguesa. Las obras de María tienen una gran demanda entre clientes que buscan regalos originales para bautizos, primeras comuniones, cumpleaños o bodas.
Los registros a menudo están hechos de materiales sencillos. Maria sólo utiliza lo que encuentra o lo que de otro modo se tiraría. El taller de imprenta de su marido solía ser una gran fuente de cajas y vidrios de colores, “y las cajas de IKEA son geniales, están hechas de cartón perfectamente liso”, explica. Además, utiliza las telas de ropa, cortinas o cojines viejos.
Nunca compra nada, y todo el dinero que obtiene por la venta de su arte sacro va a parar a ACN. Actualmente está preparando una exposición en el ayuntamiento de Benfica (Lisboa).
“Leo todo lo que me envía ACN, y eso me motiva a hacer todo lo que pueda. Tengo ahora tantos registos que he decidido montar una exposición, y todo el dinero que recaude lo destinaré íntegramente a ACN”.
Maria es una de las muchas personas que, conmovidas por el sufrimiento de los cristianos en el mundo entero, apoyan la labor de ACN como pueden. Las 23 oficinas nacionales de ACN reciben donativos de más de 365.000 benefactores de todo el mundo.