El P. Mateusz, sacerdote ucraniano que permanece con sus feligreses y les infunde confianza
La situación en Kiev empeora cada vez más. En estos momentos, un larguísimo convoy militar, de más de 60 kilómetros de longitud, se dirige hacia la capital ucraniana. Mientras la ciudad es objeto de un fuego cada vez más intenso, los sacerdotes y sus feligreses aguantan en búnkeres y refugios antiaéreos.
En muchos búnkeres y refugios, las circunstancias son difíciles debido a la falta de espacio, el miedo y las privaciones, cuenta el P. Mateusz: “Me cuentan que hay mucha rabia y mucha desesperación, mucho llanto y tristeza. Es un estado de ánimo que unos se contagian a otros. En cambio, entre nosotros, el ambiente es algo diferente. Rezamos juntos todos los días y adoramos a Jesús Sacramentado”.
Cada noche, el P. Mateusz y su pequeña comunidad pasan horas en adoración eucarística. Esto les infunde mucha fuerza, nos cuenta el sacerdote:
“Pensé en los planes que Dios tiene para nosotros, para esta parroquia, para los fieles y para Ucrania. Si eso puede convertirse en semilla, en semilla de esperanza y fe para otras personas, nosotros somos felices”.
Los feligreses de la parroquia de San Antonio, en Kiev que se refugian en otros lugares pueden seguir actualmente la Santa Misa a través de diversas retransmisiones en línea. El párroco Mateusz trata de animar a la gente a través de sus homilías. “Somos pastores de todos y cada día atendemos a más gente. Dios realmente está con nosotros. Si conseguimos hacer lo necesario -comprar, organizar la comida- nos sentimos seguros. Perseveramos en la oración con nuestros hermanos y hermanas, rezando por la paz”.
“Agradecemos toda la ayuda y el apoyo que nos llega de todo el mundo y las palabras de aliento. Damos las gracias a todos los que rezan por nosotros y apoyan los proyectos de ayuda por las intenciones de Ucrania”.
Sobre todo ahora, en medio del conflicto en su país, los fieles de Ucrania no dejan de rezar por la paz. Los sacerdotes y religiosos que permanecen con ellos dependen de la generosidad de las personas para continuar.