» TESTIMONIO
Gracias a los estipendios de Misa los sacerdotes de Mozambique siguen en camino

En Mozambique, en la diócesis rural de Gurué, los sacerdotes recorren kilómetros de caminos difíciles para acompañar a comunidades dispersas, muchas de ellas sin recursos ni templos estables. En medio de la pobreza y la inseguridad, su fe y entrega se sostienen gracias al apoyo de los benefactores de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), que llega a través de los estipendios de Misa.
Allí, un obispo y 39 sacerdotes entregan su vida al servicio pastoral. Gracias a los 1.848 estipendios de Misa concedidos, pueden continuar su labor evangelizadora y cubrir sus necesidades básicas. Esta ayuda, sencilla pero esencial, les permite seguir llevando los sacramentos y la Palabra de Dios a quienes más lo necesitan.
Para ellos, cada estipendio de Misa no es solo una ayuda económica: es un signo de comunión, esperanza y cercanía entre quienes anuncian el Evangelio y quienes hacen posible su misión.
«Alegría y buena salud en Jesucristo, ¡nuestra jubilosa Pascua de paz y esperanza fraterna! Declaro, con gratitud y alegría consoladora, que recibo regularmente las donaciones para las intenciones de Misa. ¡Muchas gracias por vuestra oferta de bondad salvadora! Anticipo mi inefable gratitud por vuestra generosa presencia y vuestro piadoso y santo celo por la salvación de las almas, a través de estas intenciones que nos habéis proporcionado y que nos ayudan a suavizar nuestra pobreza financiera, así como contribuyen al pago de algunas deudas que, en cierto sentido, limitan un desarrollo igualitario en solidaridad y compartir fraternal que dignifican a la persona humana en nuestro país, Mozambique. Con infinita gratitud, ruego a Dios, de eterna bondad y providencia, bajo la poderosísima intercesión de Santa María y San José, que colme de bendiciones fructíferas, buena salud y ternura a los benefactores donantes que han garantizado el estipendio en nuestras manos».

› Gracias a tus estipendios de Misa, la misión sigue viva en Mozambique
Gracias a tu ayuda y a los estipendios de Misa, sacerdotes como el padre Diogo o el padre Pedro pueden seguir visitando aldeas remotas, celebrar la Eucaristía y mantener encendida la fe de comunidades que viven con muy poco, pero confían en la Providencia.
Tu apoyo a los estipendios de Misa sostiene su vocación y fortalece a una Iglesia que, aun en la pobreza, se mantiene firme y alegre, anunciando el Evangelio con sencillez y profunda gratitud.








