» TESTIMONIO

P. Luis Escalante: “El P. Ganni decidió volver a Irak, por la llamada de su obispo y de su pueblo”

El P. Luis Escalante es postulador de la causa de beatificación del P. Raghed Ganni, sacerdote asesinado en 2007 en Irak junto a tres diáconos por negarse a cerrar las puertas de su iglesia, “la Casa de Dios”. El P. Luis participó en la VIII Noche de los Testigos que tuvo lugar en la catedral de La Almudena en Madrid, el 13 de marzo de 2024.

El padre Luis Escalante, sacerdote ítalo-argentino, es postulador de las causas de la Iglesia Caldea de Irak desde 2017. Es doctor en derecho canónico y ha recogido desde el principio los testigos y los documentos acerca del martirio de los Siervos de Dios de Mosul: del P. Ragheed Ganni y de tres diáconos, Basman Yousef Daud, Wahid Hanna Isho, y Gassan Isam Bidawed, asesinados el domingo 3 de junio de 2007, fiesta de la Trinidad, después de la Misa, en la parroquia del Espíritu Santo de Mosul. Vive en Roma y el 13 de marzo de 2024 participó en la VIII Noche de los Testigos para testimoniar cómo el P. Ragheed, de solo 35 años, y sus tres compañeros representan la Iglesia que sufre, con un especial vínculo a Ayuda a la Iglesia Necesitada.

Rahgeed Ganni era natural del pueblo cristiano de Karemlesh en la Llanura de Nínive, cerca de Mosul. En 1996 su obispo le envió a Roma para ampliar sus estudios como seminarista, gracias a una beca ofrecida por Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), en la Universidad Santo Tomás de Aquino (Angelica). Ordenado sacerdote en Roma, una vez concluidos sus estudios, decidió volver a Irak en 2003, pese a la situación de guerra que vivía el país con la caída de Sadam Husein. Fue entonces cuando aparecieron nuevos grupos yihadistas en Irak y comenzaron ataques, secuestros y atentados contra la comunidad cristiana. El sacerdote y sus tres acompañantes fueron detenidos por varios hombres armados, aquel 3 de junio de 2007, fiesta de la Trinidad, cuando salían de la parroquia del Espíritu Santo de Mosul, de celebrar la Misa dominical. Fueron asesinados después de haber renunciado a convertirse al Islam.

Testimonio del P. Luis Escalante en la VIII Noche de los Testigos

Queridos hermanos y hermanas,

Es conmovedor que esta noche con ustedes tenga que testimoniar un trabajo precioso, largo y difícil, que durante años concentró nuestro trabajo dando un paso adelante hasta terminar una investigación forense.

Sobre todo porque tenía que ver con un país que hacía poco había sido liberado del Estado Islámico, del Califato, precisamente en el lugar en el que el padre Ganni y sus tres compañeros laicos habían encontrado la muerte.

A mí esta noche me toca ser el abogado, porque he sido el postulador, he buscado las pruebas, los testigos, presento a la Iglesia que más allá de la muerte violenta, hay un signo de Dios, hay una coronación que Dios ha querido hacer de un hijo suyo y sus compañeros. Este es el convencimiento de los obispos de la Iglesia caldea que desde el principio sinodalmente decidieron sacar adelante esta causa. Porque en el pueblo de Dios de Irak y de la diáspora, la figura del padre Ganni se engrandecía con el tiempo. Es así que comenzamos en 2017 a juntar los elementos sobre su vida. El padre Ganni había nacido en 1972 precisamente en Mosul. Fue un niño muy devoto, un estudiante brillante. Estudió Ingeniería en la Universidad de Mosul y allí confió a su arzobispo los inicios de su vocación sacerdotal. El arzobispo le dijo que primero tenía que servir a su patria y entonces hizo el servicio militar durante dos años. Fue después, a través de su catequista, cuando contó a sus padres que quería ser sacerdote.

En 1996 el padre Ganni, aún como seminarista, llegó a Roma. Yo acepté gustoso contar hoy este testimonio porque el padre Ganni si llegó a ser sacerdote fue gracias a Ayuda a la Iglesia Necesitada. Porque los 7 años que estuvo en Roma estudiando, todo fue cubierto por Ayuda a la Iglesia Necesitada. El padre Ganni tenía algo de extraordinario, los testigos de su vida en Roma destacan muchos rasgos. El padre Ganni era distinto a los demás, porque él y el pueblo caldeo hablan todavía la lengua de Jesús, el arameo. El padre Ganni y la Iglesia caldea son importantes porque son apostólicos, porque es la tierra de Nínive y Babilonia y los cristianos son de la época del apóstol Santo Tomás. Allí había cristianos mucho antes que en España. Ellos perseveran en la fe y el padre Ganni fue uno de esos. Durante los siete años que estuvo en Roma eran muy difíciles las comunicaciones: había un embargo en el país, en el medio fueron los atentados de las Torres Gemelas en Nueva York. Fue ordenado sacerdote en octubre de 2001. Cuando se licencia en 2003, su arzobispo le llama para volver a Irak. Ayuda a la Iglesia Necesitada en Italia le proponía seguir estudiando el doctorado, pero él decidió volver a Irak, por la llamada de su obispo y de su pueblo. 

El P. Ragheed vivió el ataque a una iglesia donde él vivía, la iglesia de San Pablo, de Mosul. Otro ataque fue con un coche bomba en 2004, que destruyó la curia de Mosul donde no queda piedra con piedra. Además de estos atentados de las células terroristas, recibía amenazas de muerte a menudo, pero él nunca tuvo miedo. Así llegamos al 3 de junio de 2007, era domingo. El padre Ganni era el buen pastor de esa comunidad, cada vez más pequeña. Del martirio de estos cuatro mártires tenemos un testigo ocular, la mujer del subdiácono Huajid, que insistió en acompañar a su marido porque decía: “los terroristas tienen respeto de las mujeres”. No podemos explicarnos cómo ella no fue herida, sino que se desmayó sin ninguna herida y fue dada por muerta. Ella lo vio todo.

Los terroristas se presentaron, le dijeron al padre Ganni que eran de Ansar el Sunna, un grupo yihadista previo a la existencia de Al Qaeda. El padre Ganni no solo fue a celebrar la Misa, sino que también llevaba dinero para repartir a los pobres. Esa es la segunda frase que la testigo refiere al sacerdote: “Tengo que ayudar a los pobres”. Junto con el sacerdote, murieron Huajid de 40 años, su primo hermano Gasán de 22 años, y Basman de 24 años que era el secretario y mano derecha del padre Ganni. Al padre Ganni y a Basman les dispararon en la cabeza. Cuando exhumamos sus cuerpos, vimos claramente sus cráneos destruidos.

Queridos hermanos, el padre Ragheed dio su testimonio, los fieles declararon que creen que es un auténtico mártir de Cristo. Nuestro trabajo ha terminado, hemos enviado a Roma todo lo investigado y esperamos un tiempo tranquilamente.

Hoy su Eminencia, el cardenal Sako, de la Iglesia caldea de Irak, no puede regresar a su sede de Bagdad, y se encuentra refugiado en Erbil, en el norte de Irak. Estos son los destinatarios de Ayuda a la Iglesia Necesitada. Me han dicho que ellos quieren al padre Ganni como patrono y también como patrono del clero joven. Los sacerdotes jóvenes necesitan la fortaleza, la obediencia y la rectitud de conciencia que tenía el padre Ganni. Dios tenía otros planes para él, que ese día pasó de la Mesa del altar aquí en la Tierra a la mesa celeste.

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