Christine Anyango: “Los cristianos tenemos que permanecer fieles a Cristo incluso ante la muerte”

Cinco terroristas del grupo islámico somalí Al Shabab irrumpieron armados en la Universidad de Garissa, ciudad al noreste de Kenia. Aquel Jueves Santo de 2015, un lugar de sana convivencia entre estudiantes musulmanes y cristianos se convirtió en el escenario del mayor ataque islamista ocurrido en la historia de este país.

Estudiantes de arte de la Facultad de DuPage en EEUU organizaron un duelo para conmemorar a los 147 estudiantes universitarios asesinados en la Universidad de Garissa.

Christine Anyango logró sobrevivir y nos cuenta ahora cómo vivió y lo que sintió en aquellas 15 horas interminables. El 2 de abril de 2015, festividad del Jueves Santo, cinco terroristas del grupo islámico somalí Al Shabab irrumpieron en la Universidad de Garissa, ciudad al noreste de Kenia, con armas de gran calibre. Entraron primero en la capilla, donde algunos universitarios cristianos empezaban el día, como de costumbre, rezando juntos. Les asesinaron a todos.

“Me escondí durante horas en un armario. Tuve un miedo horroroso. Oía disparos, gritos, sollozos… También la voz de compañeros a los que podía identificar, implorando que no les mataran. Perdí a dos buenos amigos. Yo rezaba a Dios a través de Jesucristo para que salvara mi vida”.

Christine Anyango tenía entonces 23 años y cursaba los estudios de Pedagogía.

Los terroristas fueron por las aulas y las residencias de estudiantes del campus: “Cristianos a la izquierda, musulmanes a la derecha”, gritaban enloquecidos. A los cristianos les asesinaron de inmediato. Algunos, presos por el pánico, se hicieron pasar por musulmanes. Posteriormente, los islamistas les obligaron a recitar el primer versículo del Corán o les preguntaban el significado de algunas palabras del Islam. A los que no sabían responder, les acribillaban a tiros.

En las casi 15 horas que duró el asedio fueron asesinadas 148 personas. Muchos se hicieron pasar por muertos manchándose con la sangre de sus compañeros, otros muchos murieron desangrados en el suelo.

“Ser asesinada por mi fe era algo que me sonaba a ficción cuando estaba en mi casa, pero cuando llegué a Garissa se convirtió en una realidad, ya que las iglesias son frecuentemente atacadas y los musulmanes radicales nos odian.

Tras el atentado, he aprendido que los cristianos tenemos que permanecer fieles a Cristo incluso ante la muerte. Debemos estar siempre preparados porque nadie conoce la hora de su muerte y no debemos cuestionar a Dios cuando estos hechos ocurren. Este es el tiempo de la persecución y nuestra fe debe permanecer aún más fuerte”.

Garissa es la región de Kenia que más sufre la presión del fundamentalismo islámico. El campus era un objetivo fácil para los terroristas porque es una zona predominantemente musulmana, con escasas medidas de seguridad. Esta universidad representa un lugar donde jóvenes cristianos y musulmanes se preparaban para construir un futuro juntos.

Con tu generosidad podremos seguir apoyando a la Iglesia en aquellos lugares donde sufre persecución por el nombre de Cristo

Ayúdanos compartiendo este testimonio en tus redes sociales

Comparte esta página

Ayúdanos compartiendo este testimonio en tus redes sociales

Para estar al día de noticias, proyectos, testimonios, campañas de oración, eventos