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Turquía: cuando un estipendio de misa es mucho más que ayuda económica
En un país donde los católicos son apenas el 0,1 % de la población y viven dispersos por un vasto territorio, los estipendios de misa que ACN proporciona se han convertido en un auténtico salvavidas para los sacerdotes y sus comunidades.
Una Iglesia pequeña pero viva
Turquía fue en su día un importante centro del cristianismo. Hoy, sin embargo, los cristianos son una minoría y las comunidades católicas a menudo no pueden sostener económicamente a sus sacerdotes.
“No os olvidamos cuando ascendemos al altar del Señor”, escribe el padre Massimiliano Testi, uno de los 26 sacerdotes del vicariato apostólico de Estambul que han recibido recientemente estipendios de misa gracias a ACN.
Sostener la fe en medio de la dispersión
En Estambul, algunos sacerdotes sirven a parroquias compuestas sobre todo por familias de refugiados y estudiantes africanos. Uno de ellos, que ha pedido permanecer en el anonimato, explica:
“Nosotros no recibimos ningún tipo de ayuda local para la parroquia, por eso vuestra ayuda es extremadamente importante para sustentar a nuestra comunidad religiosa y a nuestra parroquia”.
La ayuda no solo mantiene a los sacerdotes, sino que permite que estas comunidades —a pesar de su precariedad— puedan seguir ayudando a familias necesitadas.
Más que sustento: un puente hacia la esperanza
El padre Seraphin Kazadi, responsable de la parroquia de Ankara y de la capellanía universitaria de Karabük, debe alquilar una sala para celebrar la misa, ya que no hay iglesia disponible. Para él, los estipendios de misa cubren mucho más que los gastos básicos:
«Nos permiten pagar los desplazamientos, el alquiler de la sala e incluso mantener el albergue para los estudiantes extranjeros de la Universidad de Karabük”.
Oraciones que cruzan fronteras
El obispo Massimiliano Palinuro ha expresado la gratitud de toda la Iglesia en Turquía:
“Con vuestros estipendios de misa no solo hacéis que se celebren misas por vuestras intenciones, sino que sostenéis de manera crucial a nuestros sacerdotes. A cambio, os aseguramos nuestras fervientes oraciones”.
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