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Los campamentos de verano que devuelven esperanza en Tierra Santa: “Aquí pueden volver a ser niños”

En medio de la tensión por la guerra en Gaza y el reciente conflicto entre Israel e Irán, más de 600 niños y jóvenes cristianos han podido disfrutar de una semana de descanso, amistad y fe. Gracias al apoyo de ACN, los campamentos de verano de la Iglesia local en Tierra Santa, se han convertido en espacios seguros y llenos de vida.

Este verano, los campamentos organizados por el patriarcado latino de Jerusalén han cobrado más importancia que nunca. El padre Louis Salman, capellán de la Juventud de la Patria de Jesús (YJH, por sus siglas en inglés), que atiende a jóvenes cristianos en Cisjordania, Palestina, estaba con un grupo de niños pequeños cuando Irán lanzó los primeros misiles contra Israel y describe el miedo que todos sintieron en esos momentos:

“Los cohetes comenzaron a sobrevolarnos un día después de que comenzara nuestro campamento. Naturalmente, los niños estaban asustados y sus padres nos llamaban por teléfono diciendo que los querían de vuelta en casa. No obstante, los convencimos de que los dejaran quedarse”, cuenta el padre Louis Salman.

La YJH organiza un total de cinco campamentos para 500 jóvenes de diferentes edades. La formación en la fe es una parte importante de los campamentos, pero, sobre todo, nos explica el padre Salman, los campamentos ofrecen a los jóvenes cristianos una visión de una vida diferente.

«Es muy importante porque allí respiran libertad. Para ellos, es fundamental la experiencia de los campamentos. Recibíamos alertas antes de cada ataque y los reuníamos para cantar o hablar de Jesús. Así evitábamos que tuvieran miedo. Fue mejor estar juntos que solos en casa. Para muchos jóvenes cristianos, vivir una semana sin controles militares ni miedo ha sido un regalo», cuenta el sacerdote.

«Aquí pueden volver a ser niños»

Al mismo tiempo, también se están organizando en Tierra Santa otros campamentos para jóvenes católicos de habla hebrea que afrontan realidades y retos completamente diferentes. Monika Faes, coordinadora pastoral laica del vicariato de Santiago, explica la importancia de estas oportunidades para los niños de la comunidad.

“La mayoría de los niños que acuden a nuestros campamentos son migrantes indocumentados que ya están traumatizados por el miedo constante a ser deportados y ahora han tenido que pasar doce días en refugios antiaéreos. Así que llevarlos a los campamentos, donde aplicamos un enfoque muy consciente de sus traumas, es una oportunidad para que vuelvan a ser simplemente niños”.

Además de juegos y actividades, los campamentos incluyen momentos de oración y catequesis. Para estos pequeños, minoría tanto por su situación legal como por su fe, poder convivir con otros cristianos es una fuente de fuerza y consuelo. 

Una fe que no se rinde

Aunque sirvan a comunidades muy diferentes que afrontan retos distintos, tanto Monika Faes como el padre Louis Salman coinciden en que, sin el apoyo de ACN, no sería posible ofrecer estas oportunidades a los niños de Tierra Santa. “Esta ayuda es vital. Los padres trabajan duro, pero no pueden pagar el coste total de la asistencia de sus hijos a los campamentos, por lo que los gastos adicionales siempre corren a cargo del vicariato y, como somos un vicariato muy pequeño, le estamos muy agradecidos a ACN”, concluye Monika Faes.

En medio del conflicto, los campamentos católicos son un refugio de fe, alegría y libertad para cientos de niños cristianos en Tierra Santa.

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