La asignatura de Islam deja de ser obligatoria para los estudiantes no musulmanes
Anjum James Paul, católico pakistaní: «Después de una batalla de 20 años, el gobierno finalmente ha reconocido este derecho»
ACN.–El Ministerio Federal de Educación y Formación Profesional ha aprobado el «Currículo de Educación Religiosa 2023». Esto significa que para aquellos que no profesan la religión islámica, sustituirá a la asignatura de estudios islámicos hasta ahora obligatoria. Este nuevo plan de estudios de educación religiosa se aplicará a partir del próximo curso escolar 2024-2025 y se destinará a los estudiantes desde el primer grado hasta la escuela secundaria.
Según ha informado la Asociación de Profesores de las Minorías de Pakistán, esta notificación, que se hizo oficial el 22 de enero por el gobierno, afecta al itinerario de estudios de los alumnos pakistaníes pertenecientes a religiones oficialmente reconocidas distintas del islam, en concreto: bahai, budismo, cristianismo, hinduismo, kalasha, sijismo y zoroastrismo.
Para cada uno de estos grupos, el Ministerio se compromete a elaborar y aprobar un texto específico para este nuevo plan. Así que, estos alumnos, a partir de ahora, ya no tendrán que estudiar obligatoriamente el islam, asignatura que afectaba a su media y nota escolar, sino que profundizarán en temas y contenidos relacionados con su propia religión.
«Garantizar la libertad de religión y de creencias»
Anjum James Paul, un católico pakistaní al frente de la Asociación de Profesores de las Minorías de Pakistán, un hombre y profesor que siempre ha estado comprometido con la promoción de una educación equitativa en la nación, explica a la Agencia Fides: «Hemos estado trabajando en el tema de la Educación Religiosa para los estudiantes de las minorías desde 2004. Después de una batalla de 20 años, en la que hemos apelado a diversos organismos, instituciones, gobiernos y al Tribunal Supremo, el gobierno de Pakistán finalmente ha reconocido este derecho, eximiendo a los estudiantes no musulmanes de la obligación de estudiar el Islam”.
“Agradecemos a la Secretaría del Consejo Nacional de Planes de Estudios y a todas las organizaciones que han compartido con nosotros este compromiso de dar los mismos derechos y las mismas oportunidades a todos los estudiantes, sin discriminación, garantizando el pluralismo. De hecho, según el artículo 22 de la Constitución de este país -recuerda Anjum James Paul-, ninguna persona que asista a un centro educativo está obligada a recibir instrucción religiosa, participar en ceremonias religiosas o seguir un culto religioso distinto del suyo». «El artículo tiene por objeto garantizar la libertad de religión y de creencias, que el gobierno tiene el deber de proteger en Pakistán, con el fin de erradicar todas las formas de intolerancia» añade el profesor.
Anjum James Paul enseña ciencias sociales en un instituto público de Lahore, donde se ha esforzado por cortar de raíz la mentalidad que fomenta el odio y los prejuicios. «Otro objetivo es garantizar que los libros de texto adoptados en las escuelas paquistaníes estén libres de prejuicios religiosos, que perjudican a las minorías. Si los libros de texto sobre educación religiosa sólo hablan del Islam, o retratan negativamente otras confesiones, hay un fallo en la mentalidad que tiene fuertes repercusiones negativas en la mente de los niños y jóvenes, y por tanto en la sociedad en su conjunto».
Nuevos libros en el colegio
Tras la campaña y la petición de las asociaciones, el Consejo Nacional de Planes de Estudio (NCC) ha permitido la publicación de libros de texto para estudiantes de las siete comunidades religiosas reconocidas, bajo la supervisión del gobierno federal, a partir de 2023. Después de la aprobación del NCC, la Fundación Nacional del Libro (NBF) podrá publicar libros de texto sobre hinduismo, sijismo, cristianismo, bahai, zoroastrismo, kalasha y budismo.
La comunidad cristiana de Pakistán ya se ha organizado y ha presentado y publicado libros de texto para el nuevo Plan Nacional de Estudios de Enseñanza Religiosa para los cursos 1º a 6º, mientras que equipos de profesores y especialistas se pondrán manos a la obra para redactar textos sobre otras religiones, en una labor «libre de cualquier tipo de sesgo cultural y religioso», concluye Paul.