» TESTIMONIO
John Dalu: La fe que resiste en Nigeria
John Mandiang Dalu es granjero y cristiano. Vive en Nigeria, uno de los países más peligrosos para quienes siguen a Jesús.
A pesar de secuestros, violencia y miedo constante, John mantiene firme su fe y sostiene a su familia con la esperanza que nace de Cristo y del consuelo de la Virgen María.
Vivir la fe en uno de los países más peligrosos para los cristianos
En Nigeria, especialmente en el norte, ser cristiano implica vivir expuesto a secuestros, torturas e incluso la muerte. John lo experimenta cada día. La amenaza es real y cercana. “Mucha gente ha sido secuestrada simplemente por su fe. La semana pasada, un sacerdote fue secuestrado. Estas son las realidades a las que nos enfrentamos”, explica.
La incertidumbre alcanza incluso las rutinas más cotidianas. Enviar a sus hijos al colegio es un acto de valentía: “Empiezas a preguntarte: ‘¿Cómo enviaré a mis hijos a la escuela? No sé qué pasará porque no les acompaño’”.
Aun así, su convicción permanece firme: “No podemos dejar de practicar nuestra fe simplemente por esos desafíos”.
Una esperanza que sostiene en medio del miedo
Para John, la esperanza es más fuerte que el peligro que lo rodea. Su fe no se apoya en la ausencia de problemas, sino en la certeza de que Cristo lo acompaña:
“Como cristiano sé que no tengo motivos para perder la esperanza, porque sé que el que está en mí es mayor que el que está en el mundo”.
Esta confianza es la que le permite seguir adelante, sostener a su familia y mantenerse firme incluso cuando todo invita a rendirse.
La Virgen María, fuente de consuelo y fuerza
En los momentos más difíciles, John se aferra a la oración. Su relación con la Virgen María es su mayor apoyo.
“La esperanza y la fe van de la mano. El Rosario logra maravillas. Siempre que tengo necesidad, le pido a Nuestra Madre María que interceda por mí. Siempre que la invoco, mi petición es respondida”.
A través de su testimonio sencillo, John recuerda que su fe no es solo resistencia, sino también confianza profunda en que Dios no abandona a quienes lo buscan. “Nuestra esperanza como cristianos es la resurrección. Si no tienes esa esperanza, tu fe se tambaleará”.
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