» TESTIMONIO
APÓSTOL ENTRE LOS MÁS POBRES
Peter Jurwel
“Necesitamos vuestra ayuda, especialmente cuando la comida falta”
En Sudán del Sur, uno de los países más pobres del mundo, Peter Jurwel sirve como catequista entre el hambre, la inseguridad y la falta de recursos. Su misión como apóstol sostiene la fe de comunidades donde la vida es una lucha diaria y la Iglesia solo puede llegar gracias a los catequistas.
Apóstoles que sostienen la fe donde todo falta
Peter Jurwel pertenece a la tribu Dinka, es catequista en Sudán del Sur. En muchas aldeas, los sacerdotes apenas pueden visitar las iglesias una o dos veces al año: los caminos son intransitables y los medios, casi inexistentes. Por eso, la Iglesia confía en los catequistas para acompañar a las comunidades y mantener viva la fe.
“Es difícil para el sacerdote llegar cada semana. Por eso confía en nosotros, los catequistas, para servir a la Iglesia”, explica. Como él, más de 300 catequistas viven dentro de sus comunidades y se convierten en la primera línea de evangelización.
Peter se hizo catequista para que su pueblo conociera la Palabra de Dios y pudiera abandonar prácticas tradicionales, como la brujería. Su vocación nace del deseo de llevar esperanza allí donde la pobreza extrema marca cada aspecto de la vida.
Un apóstol en la pobreza extrema: fe en medio del hambre
La vida en los campamentos de ganado es especialmente dura. Los jóvenes pasan la noche vigilando para proteger a los animales de los ladrones. Muchas familias duermen al aire libre, sin refugio, expuestas a la lluvia. Al amanecer, continúan con sus tareas en condiciones muy precarias.
A pesar de esta realidad, los catequistas siguen adelante, incluso cuando no tienen lo necesario para sostener a sus propias familias. Peter lo explica con sencillez: “En la estación seca, la comida escasea. Si solo enseñara catequesis y no cultivara la tierra, la vida sería muy difícil”.
A pesar de no tener nada para sostener a sus familias, continúan con su misión. Su entrega es total. “En el trabajo de la Iglesia, doy todo de mí. Cuando me cuesta seguir, espero que alguien me ayude a continuar”, cuenta.
Ser apóstol entre los que viven en medio de la pobreza
Como Peter, miles de apóstoles y catequistas sirven a la Iglesia en medio de la pobreza extrema, sosteniendo la fe allí donde la vida es una lucha diaria. En Sudán del Sur, su misión es un signo de esperanza para quienes lo han perdido todo.
Vuestro apoyo permiten que estos apóstoles entre los pobres puedan alimentar a sus familias y seguir llevando el Evangelio a los rincones más olvidados del país.
“Necesitamos vuestra ayuda, especialmente cuando la comida falta”, pide Peter.
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