ACN.- El recién nombrado presidente de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), el cardenal Kurt Koch, ha dicho a la fundación pontificia que debe tomar como modelo a San José, el padre adoptivo de Jesús. En una homilía durante la Misa en preparación para la Navidad, el cardenal comparó a San José con una estrella que «aunque se desvanece ante el sol y se retira a un segundo plano, se ha vuelto transparente al sol de Cristo».

«También hoy necesitamos mujeres y hombres que ofrezcan ayuda silenciosa, que escuchen la palabra de Dios, que participen en su obra de salvación y se conviertan así en una bendición para los demás. El ángel de Dios buscará a esos hombres y mujeres de ayuda silenciosa entre vosotros, los empleados de ACN, y estoy seguro de que los encontrará. Porque en vuestro trabajo estáis llamados, como San José, a vivir como estrellas que señalan a Cristo, el sol de la salvación, y a ser cada vez más transparentes para Él».

«También y especialmente en vuestra importante labor, estáis llamados a vivir la verdad cristiana escondida en la sabiduría popular: cuanto más brilla el sol, más se desvanecen las estrellas. Esta es la verdad más íntima del tiempo cristiano de Adviento», dijo el cardenal.

El año que ahora llega a su fin ha sido un año de cambios importantes tanto para la Iglesia como para ACN. Se eligió un nuevo Papa en un momento en el que la organización benéfica realizaba una peregrinación internacional a Roma.

Después, el Papa León XIV, que fue socio de ACN en un proyecto en Perú, elogió la labor de la fundación durante una audiencia en la que se presentaron las conclusiones del Informe Libertad Religiosa en el Mundo 2025.

En un mensaje al personal de ACN, la presidenta ejecutiva Regina Lynch recordó que «el mensaje del Papa León fue de apoyo y aliento: “Queridos amigos, les agradezco a cada uno de ustedes por esta labor de solidaridad. No se cansen de hacer el bien, porque su servicio da fruto en innumerables vidas y glorifica a nuestro Padre celestial”».

«Comparto sus palabras con ustedes», continuó Regina Lynch, «porque gracias a sus esfuerzos y a los de las oficinas nacionales hemos podido proporcionar el mismo nivel de apoyo a nuestros socios de proyectos que el año pasado. De hecho, a finales de noviembre teníamos los terceros ingresos más altos de la historia de ACN. Los dos años con los ingresos más altos, 2022 y 2023, estuvieron marcados por el estallido de la guerra en Ucrania y el terremoto en Turquía y Siria, respectivamente. En 2025 no ha habido ninguna crisis importante significativa. Por lo tanto, es especialmente alentador ser testigo de la lealtad de tantos benefactores y del crecimiento constante a nivel mundial del número de nuevos benefactores», explicó.

El Santo Padre también aceptó la renuncia del expresidente de ACN, el cardenal Mauro Piacenza, a quien, según Regina Lynch, «estaremos eternamente agradecidos por su sabiduría y orientación espiritual», y nombró como su sucesor al cardenal Koch. «Bajo su liderazgo y con vuestro trabajo y apoyo, continuaremos ayudando a la Iglesia en estos tiempos difíciles en los que aumenta la falta de libertad religiosa y continúan las guerras».

Por último, este año también ha visto la salida del secretario general Phillipp Ozores, tras doce años de servicio. «Durante su estancia aquí, Philipp fue responsable de iniciar y acompañar años de importante crecimiento de ACN, en los que vimos cómo nuestro potencial para ayudar a la Iglesia que sufre o es perseguida casi se duplicaba. Le estamos muy agradecidos por todo lo que ha hecho por ACN», dijo Regina Lynch en su carta.

Mientras la fundación pontificia espera un 2026 lleno de retos, su presidenta ejecutiva expresó su esperanza en el futuro. «Aunque en el momento de escribir estas líneas parece que se mantiene el alto el fuego en Gaza, sabemos de primera mano el creciente sufrimiento de las comunidades cristianas en Tierra Santa y los retos a los que se enfrentan tantas regiones del mundo: las consecuencias de las guerras en Ucrania y Myanmar, la rápida expansión del yihadismo en África y el aumento de los gobernantes autocráticos en algunos países de América Latina y Asia», ha expresado la presidenta internacional de ACN.

Regina Lynch concluyó diciendo que «sin embargo, al acercarnos a la fiesta del nacimiento de Cristo, la esperanza y la paz son un regalo para el mundo, y con las propias palabras del Papa queremos daros las gracias una vez más y concluir esta carta: “La paz que Jesús nos trae es como un fuego, y nos exige mucho. Nos exige, en primer lugar, tomar partido. Ante la injusticia, la desigualdad, donde se pisotea la dignidad humana, donde se silencia a los más frágiles: tomar una postura. Esperar es tomar una postura y comprender en nuestro corazón y demostrar con nuestras acciones que las cosas no pueden seguir como antes».