ACN.- La congregación de las Hermanas del Inmaculado Corazón de María Madre de Cristo anunció el secuestro de dos hermanas, sor Vincentia Nwankwo y sor Grace Okoli, el pasado martes 7 de enero en el estado de Anambra, al sureste de Nigeria. La congregación ha solicitado, a través de un comunicado enviado a Ayuda a la Iglesia Necesitada, las oraciones de todos los fieles por su “liberación incondicional”.

El secuestro se produjo cuando la hermana Vincentia María, directora de la Archbishop Charles Heerey Memorial Model Secondary School Ufuma, y la hermana Grace Mariette, profesora en la Immaculata Girls Model Secondary School Nnewi, salían de una reunión en Ogboji, una localidad situada en la Área de Gobierno Local de Aguata, según explicó la secretaria general de la congregación, hermana Maria Sobenna Ikeotuonye.

Aunque no se ha confirmado oficialmente, se presume que los secuestradores son bandas criminales armadas locales que operan en la región. Estos grupos buscan beneficios económicos a través de rescates y han intensificado sus actividades en el sureste de Nigeria, aprovechando la inseguridad prevalente.

Ante este nuevo acto de violencia contra la Iglesia Católica en Nigeria, la hermana Ikeotuonye expresó su profunda tristeza y apeló a la “poderosa intercesión de nuestra Madre Santísima María” para la pronta liberación: “Solicitamos sus fervientes oraciones y súplicas a Dios para que puedan ser liberadas lo antes posible y regresen sanas y salvas. Recen también para que su liberación sea incondicional” escribe la hermana Maria Sobenna Ikeotuonye.

Una creciente ola de violencia contra la comunidad cristiana Nigeria

El país más poblado de África, está dividido en partes iguales entre cristianos y musulmanes. En las últimas décadas, experimenta una creciente ola de violencia contra la comunidad cristiana. Según investigaciones de Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN), en 2024 se produjo el secuestro de 11 sacerdotes en el país, y tres permanecen desaparecidos desde hace varios años. Un sacerdote murió asesinado a finales de ese año.

En 2023, un total de 25 sacerdotes, seminaristas y religiosos fueron secuestrados en Nigeria, de los cuales uno fue posteriormente asesinado. Además, ese mismo año en el país africano, otros tres sacerdotes perdieron la vida por ataques violentos.